LIBREVILLE (AFP).- Los tres países con más títulos continentales (Egipto con 7 y Camerún y Ghana con 4 cada uno) y Burkina Faso como invitado sorpresa lucharán hoy y mañana por meterse en la final de la Copa de África, que se disputará el domingo en Libreville, la capital de Gabón.
Los Faraones abrirán el fuego hoy contra los Potros burkineses, un equipo que nunca ha levantado el trofeo africano, pero que fue finalista en 2013, perdiendo el título ante Nigeria.
El equipo que dirige el portugués Paulo Duarte mantiene el esqueleto de la selección subcampeona hace dos años en Sudáfrica, pero ahora cuenta con más experiencia.
Egipto, tras tres ediciones sin clasificarse para la CAN, vuelve a llegar a unas semifinales continentales de la mano del técnico argentino Héctor Cúper y ya sueña con una octava corona.
En cuartos, frente a Marruecos, los Faraones volvieron a demostrar una gran solidez defensiva, en la que destaca su veterano arquero Essam El-Hadary, de 44 años.
Los Ayew, ante Camerún
Mañana, en Franceville, Ghana y Camerún se disputarán el otro billete para la final. Si bien ambos suman cuatro títulos continentales, unos y otros llegaron con objetivos diferentes a Gabón.
Para las Black Stars llegar a semifinales es casi un trámite, después de que lo habían logrado ya en las últimas cuatro ediciones, pero ahora están ante el desafío de romper una maldición que les impide levantar el trofeo desde 1982.
El israelí Avram Grant mantiene el grueso del equipo que se ha convertido en uno de los mejores del continente en los últimos años, con el capitán Asamoah Gyan, el centrocampista Christian Atsu y los hermanos Jordan y André Ayew, los hijos del mítico Abedi Pelé, que sueñan con levantar el trofeo como hizo su padre en 1982.
Camerún, por su parte, comenzó el torneo sin grandes ambiciones debido a las múltiples ausencias de jugadores que prefirieron quedarse en Europa con sus clubes, como Joel Matip (Liverpool) o Eric-Choupo-Moting (Schalke).