Dijo la Directora: “Esto se podría haber evitado”

El colegio Guevara está cerrado desde anoche. Esta mañana el personal decidirá en base a las condiciones en que encuentren el edificio, qué medidas tomarán. Mientras tanto, la propia escuela contrató usando su propio presupuesto, un profesional para realizar una desratización.

RIO GRANDE.- Desde el martes a la noche el Colegio Provincial Dr. Ernesto Guevara permanece cerrado debido a encontrarse, el edificio, infestado de ratas. La situación comenzó en realidad, en noviembre del año pasado, cuando docentes y empleados dieron aviso a la directora profesora Graciela Castro, de la presencia de excremento de estos roedores. Desde la dirección de la escuela, se dio aviso a las autoridades provinciales, y el ciclo lectivo terminó sin novedades.

Al volver el 10 de febrero, para tener la jornada institucional e iniciar el año de trabajo, el problema se había agravado muchísimo. “El viernes pasado, durante la jornada yo lo planteé -declaró la profesora Graciela Castro-, había gestionado que nos den un espacio en el IPES para hacer la jornada, pero la escuela en ese momento estaba en condiciones. El lunes los docentes fueron a trabajar, sabiendo que había excremento de rata y se había limpiado, pero el martes pasó lo mismo, y los docentes se cansaron.
Más burocracia

El mismo martes 14 de febrero por la noche, los docentes del turno vespertino hicieron la primera asamblea en la que redactaron un acta, manifestando que el espacio de trabajo, estaba en condiciones insalubres. La resolución provincial en la que se informa el calendario de este año para las escuelas indica: “… las clases suspendidas por razones no previstas en este calendario serán comunicadas y autorizadas por la superioridad competente, y deberán ser recuperadas con actividades complementarias…”. Esto significa que los directivos no poseen la potestad para suspender actividades, aún en casos de emergencia. Deben inevitablemente esperar que un equipo técnico del área de Infraestructura concurra al establecimiento constate la situación y de la orden para que se suspendan las actividades.

“Yo lo dije desde el primer momento, porque esto no es algo que haya que ocultar. Y más con lo que me enteré esta mañana, que las ratas están por toda la ciudad. Y tuve acompañamiento. Vino el Supervisor General esta mañana; los docentes estaban en asamblea, redactando una nueva acta, con gente del Sutef. Y me reconocieron que es lógico. En este caso yo no puedo iniciar ningún tipo de acto administrativo… Uno no puede pretender, salir a cazar ratas. La Vicedirectora del turno tarde, está embarazada, la verdad que es mucho riesgo”, reconoció la Directora.
Soluciones propias

En este momento, en la escuela está trabajando un profesional pagado por el Colegio. “El muchacho está poniendo unos zócalos bajo las puertas de emergencia para impedir el ingreso por ese lugar.

No hay nidos en el edificio, eso es lo que determinó la persona que está haciendo la desratización. Pero vienen de afuera. La manzana está infectada”, detalló Castro.

El edificio en que funciona el colegio, es una vieja fábrica, modificada para tal fin. Actualmente sin embargo, se encuentra rodeado por otros establecimientos, que también padecen el problema de la presencia de roedores. Un depósito, un taller, un baldío, el gimnasio de la Escuela CEPET y depósito de Quilmes, comparten la cuadra del colegio Guevara. Además, desde la escuela especulan con que al fumigarse recientemente los rellenos sanitarios de la calle Sarmiento, las ratas fueron a esta zona, a buscar lugar.

“Creemos que hasta ahora están entrando a buscar agua -comentó la docente-, porque comida no hay. Más allá de lo que puede quedar en un cesto de basura después de un día trabajo. La cisterna que es una de las primeras cosas que yo controlé está sellada, o sea que no hay forma que se hayan metido, aunque espero que lo revisen, y que no pase absolutamente nada. Pero no sé, porque estos bichos se meten por cualquier lado”.

La mayor preocupación del equipo directivo es la presencia de los roedores durante la jornada, en los mismos espacios en que docentes y estudiantes permanecen y desarrollan sus actividades diarias. “Entramos a la mañana, se detecta que hay excremento de rata, se limpia. Pero a las 10 de la mañana, vuelven a usar el laboratorio y vuelven a encontrar excremento, o sea están circulando en la escuela, mientras hay gente. Ayer a la noche entró una profesora a dar clase a uno de los laboratorios, y estaba la mesa, al lado de las computadoras, llena de excremento, un asco”, insistió la Directora.

Y agregó: “Volvimos de las vacaciones y encontramos restos. Pusimos las planchuelas, y quedaron agarradas como cuatro, una ahogada en un inodoro, y otra en un balde. Se supone que cuando hay gente estos bichos no aparecen, pero están adentro junto con nosotros en el Colegio, no es que vienen a la noche, y la verdad es horrible”.

Sobre una de las mesas de las aulas, también excremento de ratas.
Uno de los roedores atrapados en el papel adhesivo colocado por el desratizador.