Se trata del padre Aldo Moschetta, sacerdote experto en derecho canónico de la diócesis quien a pesar de ello no fue designado para llevar adelante el proceso investigativo del clero. Aseguró que le resultó extraña la decisión del Obispo en ese sentido y lamentó la poca celeridad del proceso. En la faz judicial reclamó una respuesta a la Justicia de esta causa en la que está imputado otro sacerdote, cuestionando distintas situaciones “extrañas” que ocurren en torno al caso por el cual aún no fue llamado a declarar.
RIO GRANDE.- En explosivas declaraciones el padre Aldo Moschetta aseguró que nunca estuvo designado en la investigación preliminar que lleva adelante la Iglesia en torno al caso del cura párroco acusado del abuso sexual de una chica de 12 años en 2013 en Río Grande.
Moschetta describió como debe ser el procedimiento eclesiástico en estos casos: “Cuando el Obispo o superior recibe la noticia de un presunto delito lo primero que debe hacer es iniciar una investigación sobre el asunto, o presunto delincuente o acusado, y la inicia si considera que es verosímil”.
“Una vez que toma conocimiento inmediatamente hace un decreto y ordena en razón de los órdenes canónicos una investigación preliminar, considerando al investigador que desee en su momento. Si no tiene un canonista pide a otras diócesis, en esta diócesis el único canonista soy yo, pero acá por pedido del imputado consideró no conveniente que yo estuviera”, reveló.
Consultado al respecto de esa determinación, señaló: “No debería ser así, el imputado puede pedir lo que quiera, pero el Obispo es libre de hacerlo, y en este caso accedió a la petición del imputado y yo no fui designado”.
“Me sonó extraño haya accedido a esta petición”, lo que señala que le dijo al Obispo personalmente “Debo respetarlo porque es la autoridad máxima y puede designar a quien quiera” dijo respecto del obispo D´Annibale.
“La gente se puede preguntar porqué no se designa al padre fulano, teniendo un canónico acá. Agradezco no haber sido nombrado porque conozco a la parte, al padre, lo conozco bastante como colega nuestro. Creo que es bueno venga alguien de afuera con una objetividad distinta”, opinó respecto de un proceso eclesiástico que actualmente lo lleva un sacerdote de Buenos Aires, un franciscano el padre Mateo Krupsky.
Sobre si ese proceso en este caso se desarrolla normalmente, Moschetta señaló: “No lo sé y no tengo por qué saberlo, sí sé indirectamente porque brindé declaración ante el padre y de ahí se fue a Buenos Aires el 15 de diciembre y de ahí no se nada más ”.
En ese sentido Moschetta señaló que el normal procedimiento incluiría ahora que el investigador realice un voto tras las declaraciones, lo eleve al Obispo, el cual debe emitir su propio voto, y de ahí elevarlo a la Santa Sede. “Porque desde hace años la Santa Sede se abocó a la decisión en estas causas, porque antes los obispos no sabían qué hacer y terminaban haciendo algo peor, mandaban los sacerdotes a otros lados, y esa era una forma de encubrir”.
La Santa Sede resuelve y los obispos deben hacer lo que se les indica desde el Vaticano, con instrucciones al obispo sobre si tiene que celebrar “un juicio administrativo penal o un juicio ordinario, según las evidencias consideradas”, relató Moschetta.
El canónico expresó que en estos procedimientos: “Si las pruebas son muy evidentes y contundentes es muy probable que se haga el administrativo penal que es un juicio más breve, si no hay suficiente lo manda a juicio ordinario donde el procesado tiene más posibilidad de alegar y defenderse”.
“Luego esos tribunales pueden sugerir la expulsión, no decidirla, en una decisión que debe resolverla solo el Sumo Pontífice, el Papa es el único que puede resolverlo”, concluyó explicando el proceso dentro de la Iglesia.
Dudas sobre el proceso religioso
“Sobre el caso particular no tengo idea si aún se envió a la Santa Sede”, comienza diciendo sobre el caso particular, agregando Moschetta “Me llama la atención que el sacerdote haya pedido mi apartamiento y el Obispo haya accedido”, reiteró sobre la decisión de la principal autoridad eclesiástica de la región.
Moschetta reparó que incluso más adelante en este proceso podría intervenir ya que integra el Tribunal Canónico regional “Hay ocho tribunales interdiócesis, nosotros dependemos del Tribunal neuquino”, el cual integra, dijo, reparando que es “decisión del Obispo” a qué tribunal decide enviar el caso ante una devolución de la Santa Sede para llevar al juicio clerical.
“Yo no tengo interés particular en este caso porque hay otros casos, supe la noticia y la comuniqué y mi deber es que se llegue al esclarecimiento de los hechos y la verdad. Es mi único interés en la causa”, dijo como quien recibió la denuncia de la madre de la menor y la cursó al obispado.
Resumiendo sobre la actuación de la Iglesia, Moschetta dijo ante la reiterada consulta “De la actuación de la Iglesia yo hubiera esperado que las cosas se hicieran de otra manera por la celeridad del caso, en otro caso me tocó actuar y la respuesta estuvo en menos de un mes, en este caso la denuncia fue hecha el 9 de noviembre estamos a 20 de febrero y no tenemos respuesta”.
“Se debe resolver por las dos partes, la víctima y el victimario, pero nosotros en la Iglesia debemos optar por los más débiles, y los más débiles en este caso son las víctimas”, dijo contundente.
Duras críticas a la Justicia
En lo que atañe a la parte de la investigación judicial, donde hace días ya la parte querellante reclamó por el llamado a indagatoria; Moschetta fue durísimo: “Me extraña mucho que actores de la Justicia secular estén actuando y diciendo algunas cosas que para mí son graves”.
En ese sentido apuntó al fiscal de la causa: “Cómo es posible que un fiscal que es Oficial del Estado diga ante el pedido de las partes -de la abogada de la menor- que llamen a declarar al padre Moschetta, diga hablando con el imputado que el padre Aldo no sea llamado a declarar porque ella -la madre de la menor- y él armaron la causa. Eso es algo muy serio. El fiscal Tepedino dijo eso, de palabra, y a mí nunca me han citado a pesar de que me propuso la parte querellante”.
“Sería interesante que me llame. Yo necesito que el fiscal me diga eso ante la madre. Yo soy juez de un tribunal eclesiástico, no somos estúpidos, no somos tarados para que nos traten mal. Señor fiscal dígame si dijo esto, si lo dijo es un grave problema. No conozco a la familia qué causa voy a armar yo”, aseveró Moschetta ya en tono más enérgico.
“Un fiscal que haga caso de las palabras del imputado me suena raro” refiriéndose a un proceso judicial que también contó con otras rarezas como un “secreto de sumario” impuesto en este caso como no ocurrió en otros casos de abuso.
Sobre todas las circunstancias extrañas que rodean al caso, el padre Moschetta respondió: “Yo no quiero pensar eso, y creo que nadie quiere pensar que los jueces y quienes estamos en la Justicia hagamos cosas así, yo al menos no puedo hacerlo, y se lo digo a los actores de la Justicia secular. Si ustedes no actúan, las cosas se van a volver en contra de ustedes y si el Obispo no actúa, amén de que sea verdad o no, debe actuar. La celeridad de la Justicia no es la apropiada, yo no sé si acá se encubre o no, me llaman la atención ciertas conductas”.
“Nadie me va a poder decir mañana `usted sabía y no actuó´, lo hago por una cuestión de dignidad y conciencia. Yo hice mi parte, hice lo que debía. Y si la verdad es otra también se sabrá, va a salir. ¿Cuál es el miedo? Por eso los jueces tanto eclesiales como civiles debemos actuar. El Papa dijo no tengan miedo, en este país el gran problema -entre otros- es la que la Justicia no funciona, tenemos una Justicia, falsa, mentirosa, encubridora y no quiero ser parte de eso”, dijo.
Moschetta continuó apuntando a la Justicia fueguina: “El amiguismo, la incompetencia, la falta de profesionalidad y de experiencia. Vos para ser juez no solo tenés que leer libros, sino leer el mejor libro que es la vida, transitar la vida. Vos no podés ser obispo a los 35 o 40 años. Un juez de esa edad ¿qué experiencia tiene en la vida? Este decide sobre la libertad de las personas”, reflexionó. “¿Cuál es el miedo de un juez de actuar?”, expresó en un caso que cabe recordar lleva un juez subrogante como el joven Dr. Andrés Leonelli.
Consultado respecto a si existe eso en esta causa agregó: “En ésta y en todas las causas, por eso la gente está con bronca y harta de todo esto?”.
“Qué horrible que la gente vaya por las calles con pancartas pidiendo Justicia ¿qué es eso? Hagan lo que deben hacer, déjense de joder y estén con los que sufren. Eso es egoísmo, eso es algo que Dios se los va a pedir en cuenta aunque no crean en Dios. Hay una Justicia divina, aunque sus cargos los tengan por acomodo van a tener que rendir cuenta de lo que no hicieron”, concluyó Moschetta en un alegato durísimo y que seguramente marcará un antes y un después en el tratamiento de esta causa.
Sin respuesta desde la Justicia
En relación a la declaración del sacerdote, y el reclamo de la parte querellante días atrás solicitando el llamado a indagatoria del cura imputado; desde la Justicia hubo silencio total.
El fiscal Eduardo Tepedino, quien se encuentra de licencia actualmente, no respondió a los dichos del sacerdote Moschetta, y el juez del caso el Dr. Andrés Leonelli solo refirió estar en etapa de evaluación de la prueba, sin dar otros pormenores sobre el avance de la causa.