Rae Natalie Prosser de Goodall falleció ayer a sus 80 años en Estancia Harberton. Es ampliamente conocida por sus estudios biológicos en la Tierra del Fuego a donde llegó hace medio siglo. También por su muy conocida guía escrita en castellano e inglés.
Natalie Goodall, una verdadera pionera y referente del turismo Tierra del Fuego, falleció en el día de ayer a los 80 años, dejando un valioso legado, para atesorar y multiplicar como ejemplo de vida en toda la Región Patagonia Austral.
El velatorio se realizará en la Casa Oviedo el miércoles 27 a partir de las 11.00 hasta las 23.00. Al día siguiente será trasladada al cementerio de la Estancia Harberton, su lugar en el mundo.
Rae Natalie Prosser de Goodall nació en 1940 en Ohio, Estados Unidos y falleció ayer en Estancia Harberton. Es ampliamente conocida por sus estudios biológicos en la Tierra del Fuego a donde llegó hace medio siglo. También por su muy conocida guía escrita en castellano e inglés.
Un museo en Harberton, su espacio ganado por el matrimonio y el trabajo, la emparentan con la labor de los misioneros anglicanos en este sur.
Natalie ganó una beca para estudiar arte en la Kent State University, donde recibió el título de BS en educación, biología y arte y un MA en biología. Se desempeñó como maestra de primaria para la empresa Mobil Oil de Venezuela en Barinas y Puerto Cabello. Recolectó e ilustró plantas y recorrió extensivamente Venezuela, Colombia e islas del Caribe. Más tarde, con una compañera, visitó la costa oeste de Sudamérica. Inspirada por un libro, El último confín de la tierra de E. Lucas Bridges, extendió su viaje hacia el sur hasta Tierra del Fuego, donde conoció a su futuro esposo, Thomas D. Goodall, sobrino nieto del autor y administrador de Estancia Harberton, caracterizada en el libro. Se casaron en Estados Unidos en 1963.
Vida y Flora de la Estancia
Viviendo en Harberton, en el este del Canal Beagle, una de las estancias más australes y aisladas del mundo, se encargó de la casa, cocinó en cocina de leña, crió dos hijas, estudió la historia fueguina y comenzó a ilustrar y coleccionar la flora nativa. Su primer subsidio de la National Geographic Society, en 1971, le proporcionó una camioneta y su primer asistente; su investigación sobre la flora siguió con entusiastas campañas a zonas remotas en Tierra del Fuego, ascendiendo 27 montañas en busca de plantas raras y caminando kilómetros de playas. Construyó un herbario personal de unos 7.000 especímenes de alrededor de 500 especies, con duplicados enviados a instituciones en tres continentes. Este trabajo se dio a conocer en varias publicaciones científicas, ilustraciones para el libro Flora of Tierra del Fuego, exhibiciones y dibujos para la colección de la Hunt Botanical Library en Pittsburgh, EEUU.
En 1978, fue construida una ruta de Harberton a la Ruta Nacional Nº3, la ruta principal de Tierra del Fuego, permitiendo un acceso mucho más fácil al resto de la isla. Los 85 km a Ushuaia, donde la familia Goodall construyó una casa para que sus hijas pudieran concurrir a la escuela, tomaban ahora una hora y media de viaje. Antes de esto, se accedía a Harberton con una avioneta Cessna, o un viaje de 6-8 horas por la precaria carretera, o por medio de un viaje de cuatro horas en una embarcación.
En 1982, se abrió en Ushuaia el nuevo Centro Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC) y Natalie fue contratada por tres períodos bianuales. El resto de su trabajo científico en Tierra del Fuego (32 años) ha sido realizado ad honorem.
Mamíferos marinos
Mientras recolectaba especímenes botánicos, Natalie recogió varios cráneos de delfines en las playas. Estos resultaron ser extremadamente raros, por lo que volvió por más. En el año 1976 esto se convirtió en una investigación a gran escala de los pequeños cetáceos (delfines, marsopas y delfines picudos) del sur de Sudamérica, proyecto que continúa en la actualidad.
Con la ayuda de compañeros, estudiantes y voluntarios, investiga la biología básica de los mamíferos marinos y aves que quedan varados en las playas o quedan atrapados incidentalmente en las redes de pesca.
Este trabajo resultó en una colección de más de 2200 esqueletos de mamíferos y 2000 de aves, unos 60 trabajos científicos (incluyendo capítulos en varios libros), 70 resúmenes en congresos científicos y más de 60 discursos en conferencias.
Su investigación ha sido financiada con subsidios de National Geographic Society, otras organizaciones y fondos personales. Ha sido invitada como «experta» a reuniones científicas de la International Whaling Commission (IWC), Scientific Committee on Antarctic Research (SCAR) y otras organizaciones internacionales. El conocimiento de las aves y mamíferos de Tierra del Fuego condujeron a una serie de estudios ambientales para empresas petroleras internacionales con actividad en la isla. Esto condujo al Museo Acatushún en Estancia Harberton, un edificio donado por Total Austral S.A., Propak Systems S.A. y la Fondation D´Enterprise Total (Francia), para albergar la colección de esqueletos.
Durante los primeros años de aislamiento en Harberton, Natalie se fascinó con la historia de Tierra del Fuego, especialmente con los primeros exploradores, los naufragios, los nativos y los primeros pobladores permanentes. Además de la biblioteca de la familia de su esposo, comenzó a coleccionar libros sobre la zona y dedicó tiempo a la investigación histórica.
Divulgación
En sus primeros días, no existían mapas del área disponibles para el público, por lo que ella hizo uno. Al no encontrar editores interesados en Tierra del Fuego, comenzó su pequeña empresa, Ediciones Shanamaiim. Su mapa Tierra del Fuego fue impreso en 1969 y ha sido actualizado y reimpreso varias veces. Su guía bilingüe, Tierra del Fuego (cuarta edición en preparación) es de lectura obligatoria en las escuelas locales. Otros artículos también resaltan la flora, fauna e historia del área.
En sus últimos años Natalie, a menudo, se desempeñó como naturalista en cruceros que visitan el sur de Sudamérica. Organizando visitas históricas, entrenando guías y conduciendo una casa de té en su hogar, Estancia Harberton, la estancia más antigua de Tierra del Fuego, y Monumento Histórico Nacional, abierta al público desde octubre a abril.