Sigue internado en Olavarría el joven fueguino que resultó herido tras el recital del Indio

Daniel Robles está evolucionando bien según el último parte médico. Creen que lo habría chocado un colectivo.“Cada vez que van a estos recitales a mí particularmente no me gusta, porque sé que son organizaciones muy bajas, cero cuidado», dijo su padre.
RIO GRANDE.- Daniel Esteban Robles tiene 30 años y vive en Córdoba desde los 18, cuando llegó desde Río Grande para estudiar Trabajo Social en la UNC. Vive en barrio Alberdi y le encanta la música. El viernes pasado, como otras veces, viajó para ver al Indio.

Desde la madrugada del sábado, cuando terminó el show de Solari en Olavarría, Daniel está internado en el hospital municipal. Aparentemente, habría sido chocado por un colectivo en las inmediaciones del predio. Eso fue lo que la familia de Daniel pudo reconstruir hasta ahora; mientras el joven sigue en terapia intensiva.

“Tiene un golpe muy grande en la cara, un traumatismo bastante importante, pero le han hecho estudios y no afecta nada neurológico. Responde bien a los estímulos. Lo que sí, el médico nos dijo que tiene el cerebro como hinchado por el golpe y tienen que esperar a que se desinflame”, relató su papá, Alejandro Robles.

Los médicos encontraron que Daniel tiene una mancha de sangre en la cabeza. Pasó las horas más complicadas pero igual hay que seguir controlando esa mancha.
Desencontrados

Daniel fue a Olavarría junto con su novia y un grupo de amigos. Salieron el viernes en auto. Ese mismo día había estado con sus papás, quienes viajaron desde Río Grande a Córdoba de visita. Alejandro y su esposa empezaron a preocuparse cuando el sábado a la madrugada supieron que había habido incidentes en el recital.

Alejandro llamó a Daniel, no pudo comunicarse y entonces intentó con uno de los amigos, quien le dijo que estaba todo bien. Los amigos habían quedado en reunirse en un lugar entre las 4 y las 5. Daniel todavía no había llegado, pero los amigos confiaban en que en breve estaría con ellos. Los papás de Daniel estaban en ese momento volando desde Aeroparque hasta Río Grande.

“Pasado ese horario Dani nunca llegó y ahí es donde lo empezaron a buscar”, cuenta Alejandro. Lo encontraron, finalmente, en el hospital. Cuando Alejandro llegó a la ciudad donde vive, se enteró que su hijo estaba en terapia intensiva.

En ese momento, Daniel estaba solo. Por estas horas, su familia intenta reconstruir qué fue lo que pasó, pero sobre todo, lo que más quieren es que Daniel se recupere pronto. “Dani no puede hablar mucho, tiene los ojos completamente hinchados, no los puede abrir. El médico le dijo que está mejorando levemente, pero con esta mancha de sangre que le encontraron hay que tener un poco más de cuidado”, dice el papá.

Alejandro es cordobés pero hace varios años se mudó a Río Grande. Aquí tuvo a sus cuatro hijos. Daniel es el mayor. “Cada vez que van a estos recitales a mí particularmente no me gusta, porque sé que son organizaciones muy bajas, cero cuidado. Hasta que no llegan y no podemos hablar, no me quedo tranquilo. Nunca pensé que nos podía pasar pero no estamos exentos. Lamentablemente, hoy me toca a mí esta desgracia. Ojalá podamos contarla en un tiempo como una anécdota”, dice Alejandro.

Daniel sigue internado en terapia y lo acompaña su novia, quien también vive en Córdoba. “En mayo, si está todo bien, va a rendir su última materia para recibirse”, cuenta su papá.
“Era terrible la cantidad de gente que no te dejaba respirar”

María es la madre de Ignacio Pereyra, quien hace más de 20 días tenía la entrada para ir a ver por primera vez un recital del Indio Solari. “Con el primo están viviendo en Córdoba y se fueron al recital; a las cuatro de la mañana me despiertan diciéndome que habían vuelto todos al camping pero que había habido un pequeño problema, que Ignacio, que es el más chico, había sido muy golpeado”, dijo.

Los jóvenes habían llegado muy temprano al predio de La Colmena donde se realizaría el recital. “Quedaron al medio muy cerquita del escenario, empezó a llegar mucha gente y cada vez se empujaban más, para respirar dicen que hacían pogo”, dijo María.

Y continuó: “En ese pogo a Ignacio me lo tiran para adelante, cuando en la televisión se ve que el Indio para el recital, habían tirado muchísimos chicos; él me dice que de ahí no se acuerda más nada, sentía que lo pisaban, le pateaban la cabeza, y es como si se hubiese desvanecido porque no podía reaccionar. Llegó un chico más alto que él y lo agarró de la campera. En esa avalancha es donde muere uno de los chicos, Ignacio estaba ahí también. Estos chicos lo ponen contra el hombro y empieza a tratar de sacarlo junto a otros que estaban así”.

En el puesto de enfermería le preguntaron cómo estaba, y allí permaneció por un rato hasta que solo se fue caminando al camping donde se encontró con los demás chicos. “Empezó a vomitar y a tener cefaleas, lo llevaron el domingo por la mañana al Hospital de Olavarría donde no lo pudieron atender porque dicen que era impresionante la cantidad de gente que entraba y salía. Tuvieron que ir hasta el Hospital de Bolívar por una ruta colapsada, a donde lo internaron y le hicieron una tomografía, por suerte todo está bien hasta ahora y ya salieron para Córdoba” dijo su madre.
Aparecieron los jóvenes buscados

De los jóvenes fueguinos desaparecidos restaba saber sobre Lucas Maldonado, de quien se pudo saber que se encuentra bien en Capital Federal. Su hermano Willy dijo que Lucas “hizo 50 kilómetros a dedo hacia Capital Federal; una familia paraguaya lo reconoció por la foto que salió en la tele, estaba casi deshidratado. Le dieron agua y lo alcanzaron hacia Avellaneda”. En tanto Paul Colivoro Quiroga, joven de 23 años, que vive en Ushuaia, fue encontrado en la localidad de Necochea. El joven Beto Sandoval se comunicó con la familia y confirmó que él y sus 7 amigos (todos de Tolhuin), se encuentran bien.

El viernes pasado, como otras veces, Daniel Robles viajó para ver al Indio.