Hoy, en el Día Mundial sin Tabaco, la conmemoración encuentra a Tierra del Fuego con una ausencia total de políticas tendientes al control de tabaco. Incluso desde el 2008 se evidencia un notable retroceso en lo que respecta al control de las normativas vigentes, lo que fue expuesto por el doctor Raúl Maltéz.
RIO GRANDE.- La industria tabacalera sigue aprovechando los huecos que deja el Estado: multiplica los puntos de venta y los llena de publicidad, no se preservan los ambientes libres de humo sobre todo en los espacios estatales y no hay quién sancione los incumplimientos, advirtieron.
Pese a que la provincia y la ciudad cuentan con normas vigentes contra el consumo del tabaco, todavía hay un gran bache en lo que respecta a ambientes libres de humo, sobre todo en el sector público; y gobierno y municipios no tienen definidas acciones específicas para controlar su promoción y venta. Las autoridades más bien piden a la población tomar conciencia para bajar los índices.
Si se evalúa lo transcurrido en los últimos años, se advierte sin duda, que la comunidad ha experimentado un significativo y favorable cambio en lo que a ambientes libres de humo de tabaco se refiere. Las regulaciones han sido efectivas en reducir de manera significativa la exposición al humo ambiental de tabaco, y también, han provocado importantes cambios culturales en nuestra sociedad.
Para el médico cardiólogo Raúl Maltéz, quien promovió los proyectos de ordenanza, todavía hay un gran bache. “Tanto las legislaciones como las ordenanzas, no se cumplen ni se controlan plenamente, por lo que aún resta bastante por trabajar si nos atenemos a los preceptos constitucionales, lo expresado en la carta magna municipal y lo recomendado por las evidencias científicas”, dijo.
En varias dependencias provinciales muchos empleados continúan fumando en su interior pese a la vigencia de la Ley 175 y al decreto 033/08, ante la pasividad de las autoridades, además una encuesta también detectó que en ciertas dependencias municipales también se fuma.
Como consecuencia de las normativas municipales referidas a los ambientes libres de humo, se ha ido concientizando a la población el respeto por tal condición, y esto también se ha visto reflejado en los lugares de trabajo, aunque no en todos.
En este sentido, para Maltéz resulta “paradójico y preocupante” que como consecuencia de la ordenanza municipal en vigencia, no se fume en bares, restaurantes y demás locales de acceso público, “pero sí se fume en ámbitos de salud pública, cuyo rol modélico es imprescindible”.
Para el médico esta situación no es nueva. “Persiste desde hace varios años, ante la inacción no solo de las autoridades y sectores que deberían exigir ambientes laborables saludables”. Es por ello que llamo a la reflexión a las asociaciones de profesionales médicos (SIPROSA y anteriormente Asociación de Profesionales), las de Enfermería , las gremiales ATE , ATSA , Ministerio de Trabajo, Médicos laborales, Fiscalización sanitaria etc., para que con su activa participación garanticen el respeto de las normas vigentes recomendadas internacionalmente en materia de prevención, y a la defensa de los derechos de sus agremiados , ya que hasta el presente no se han manifestado ni involucrado en esta problemática en ningún momento.
Con respecto a la evaluación de la Ordenanza 2508/08 señaló que “no caben dudas que con ella se ha logrado un gran avance, sin embargo hay normas que no se vigilan y por tanto no se cumplen”.
Una de las deudas más importantes es que no se ha creado de manera orgánica y con partida presupuestaria, el Programa de Prevención y Control del Tabaquismo, sancionado por la Ordenanza 2328/06 (sancionada hace 9 años) y que además la Ordenanza 2508/08 en su artículo 9° ratifica su implementación”.
No hay un control respecto a la prohibición de fumar en vehículos de transporte como taxis y remises. “He advertido en varias ocasiones a conductores y conductoras de los mismos fumando mientras conducen. También he observado que en el interior de las paradas de taxis se fuma. No se ha facilitado un sistema que permita radicar denuncias cuando se detectan infracciones a la norma”, agregó Maltéz.
También resulta evidente que no se cumple con el artículo 11, que prohíbe la venta de cigarrillos y/o tabaco a menores de 18 años, ya que es común observar en la vía pública adolescentes fumando, ni se advierte la presencia de cartelería en este sentido, en los locales de expendio de cigarrillos.
La población infanto juvenil es blanco de estrategias de aumento de demanda de tabaco, la influencia del grupo de pertenencia, el rol modélico de los adultos, el fácil acceso al consumo, la tolerancia y pasividad social, todos ellos, son factores que incentivan y extienden el consumo de tabaco a edades cada vez más tempranas reclutando clientes para toda la vida, dado el alto poder adictivo de la nicotina.
Esto explica que el 90% de los fumadores se inician en el consumo antes de los 20 años. En América Latina el 75% de los fumadores se inicia entre los 14 y 17 años
En la última encuesta nacional a estudiantes de enseñanza media, sobre consumo de sustancias psicoactivas, efectuada por el SEDRONAR en el rubro tabaquismo, Tierra del Fuego ocupó el 1º lugar en Argentina, con el 43% de la población estudiantil fumadora.
También es frecuente ingresar a cajeros automáticos y percibir olor a humo de tabaco, o ver colillas de cigarrillos en estos recintos. Y en supermercados se percibe olor a humo de cigarrillo pues algunos fuman en dependencias internas donde no son visibles al público.
Finalmente el médico señaló que “todos tenemos un papel que desempeñar para cambiar esta situación y asegurar la protección pública de la exposición pasiva al humo de tabaco. Los empleadores tienen la responsabilidad de proporcionar ambientes de trabajo sano, libres de humo de tabaco. Los empleados tienen el derecho de exigir un ambiente de trabajo sin riesgos, libre de humo de tabaco”.
Además agregó que “los padres tienen la responsabilidad de proporcionar a niños hogares libres de humo. Los gobiernos tienen la responsabilidad de legislar los lugares públicos libres de humo de tabaco y lugares de trabajo que sean seguros tanto para los niños como para los adultos. Y los medios de comunicación tienen la responsabilidad de educar al público acerca de la exposición pasiva al humo de tabaco”.