BUENOS AIRES (NA).– Con mucha expectativa e ilusión, acompañado por familiares, amigos y parte de su cuerpo técnico, Jorge Sampaoli fue presentado ayer como entrenador de la Selección argentina por los próximos cinco años.
Acompañado por el presidente de AFA, Claudio “Chiqui” Tapia, y el flamante manager de la Selección Mayor, Jorge Burruchaga, Sampaoli no hizo promesas lujosas, sino que se limitó a hablar de un equipo “con identidad” y que “respete la historia del fútbol argentino”.
“Es lindo estar cerca de lo que de lejos se admira, este lugar lo deseé siempre, pero también lo vi lejano. Nosotros cada vez que forjamos un proyecto deportivo soñamos con esta posibilidad y ahora se concretó”, indicó Sampaoli en la conferencia celebrada en la pequeña sala de prensa del predio “Julio Humberto Grondona” de Ezeiza.
Su oficialización se disgregó en el tiempo porque “hubo situaciones que ameritaban la espera de poder dirigir” a la Selección, por lo que destacó la “prudencia dirigencial” con que se manejó su situación y la salida del Sevilla de España.
El primer desafío de Sampaoli, de 57 años y oriundo de la ciudad santafesina de Casilda, serán un par de amistosos la próxima semana, en Australia ante Brasil y de visita en Singapur, aunque la etapa más importante serán las últimas cuatro fechas de las Eliminatorias.
“Estas Eliminatorias fueron con muchos vaivenes, más allá que con el cambio de DT se asentó Brasil, y por eso todavía no se definió quién va a representar a Sudamérica en el Mundial.
Estas cuatro fechas van a ser muy importantes para aquel que se consolide más”, opinó.
Allí, la Selección argentina buscará conseguir el boleto al Mundial de Rusia 2018, cuando visite a Uruguay, reciba a Perú y Venezuela y cierre ante Ecuador en la altura de Quito.
El conjunto albiceleste suma 22 puntos en la tabla de posiciones, en puesto de repechaje, pero a una unidad de Uruguay y Chile, tercero y cuarto, respectivamente y dos de Colombia, segundo. También está dos puntos arriba de Ecuador y cuatro más que Perú y Paraguay.
“Ojalá que la gente pueda enamorarse del equipo, pero tendrá que ver con los resultados. Tenemos que buscar una identidad y una referencia del objetivo principal. Después hay que ganar.
Estar en este lugar me llena de orgullo”, se ilusionó el DT, acompañado por quien será su ayudante, Sebastián Beccacece, y el preparador físico, Jorge Desio.
La constante en la conferencia de Sampaoli fue tratar de generar un contagio y empatía con su forma de ver el fútbol y la chance de representar a la Argentina.
“Me gustaría participar de una regresión hacia los valores de la bandera y la Argentina. En el 2002 me fui de acá y en mi infancia y adolescencia tenía una camiseta en mi casa. No sé si los tiempos modificaron eso, pero me gustaría que haya un sentir popular por la Selección”, indicó.
Y agregó: “Me encuentro como si no me hubiera ido nunca. Me atrapa, tiene las mismas dificultades, mismas pasiones, mismos problemas, pero como uno lo quiere tanto minimiza algunos inconvenientes. Me hace pensar que me fui hace un día. Seguiremos luchando con caernos y levantarnos todo el tiempo y ojalá que a la gente podemos regalarle algo”.
En este contexto, Sampaoli hizo frente a las críticas que recibió por su designación como entrenador y se ilusionó con poder hacer “que se conviertan en halago o respeto”.
Y por último, explicó que su designación en el cargo y la presencia de familiares y amigos en Ezeiza aumentó “la emoción y la preocupación”.
“Me llena de emoción y de preocupación también, porque hay mucha expectativa, pero ojalá podamos darle a la gente una Selección que se acerque al país”, concluyó.