Todos coincidieron en el historial de violencia de género que venía sufriendo la mujer y de cómo Aldo Núñez se desentendió de su desaparición. Una testigo incluso aportó un nuevo dato respecto de una extraña amistad del imputado con un taxista de Tolhuin.
RIO GRANDE.- Una nueva jornada de emotivas testimoniales se vivió ayer en los tribunales del excampamento YPF con una fuerte carga emotiva de parte de algunos testigos que conocieron en vida a Nilda Núñez, como sus vecinos mas cercanos y amigas.
Entre los testigos estuvo Macarena Calvo, la mujer que radicó el pedido de paradero; el propietario del predio donde vivía, Lorenzo Aguirre; su esposa Juana Canteros quien lloró gran parte de su testimonial.
Asimismo declararon otros vecinos como Miguel Castillos y su mujer Nadia Isambizaga, quien recogía al niño mayor de Nilda para llevarlo al jardín y comentó de la conducta sospechosa de Aldo Núñez al entregarle al menor esas mañanas, quien entreabría apenas la puerta de la vivienda.
Todos coincidieron en que fueron al menos en dos oportunidades a preguntarle a Aldo Núñez por el paradero de la mujer, señalando que se contradijo en dos oportunidades, refiriendo primero que estaba trabajando en una cabaña, y diciendo luego -al ser enfrentado por sus vecinos- que Nilda había viajado a Río Grande.
Fueron estos mismos vecinos quienes lo obligaron a hacer la exposición policial el 27 de junio, para lo cual ellos mismos lo trasladaron a la comisaría.
El punto más emotivo de la jornada fue Juana Canteros, la esposa del propietario del predio, quien lloró en varios pasajes de su testimonio, dada la cercanía afectiva que tuvo con Nilda, señalando que ella le confesó actos de violencia que sufría de parte de Aldo Núñez, señalando que supo que él mentía, “ella jamás se habría alejado de sus hijos”.
Un elemento nuevo y significativo fue aportado por la testigo Macarena Calvo, señalando que Nilda le había comentado de un episodio inquietante con un amigo del imputado Núñez.
La testigo aseguró que la víctima le había comentado de un taxista, amigo de Aldo Núñez, el cual se había presentado en su casa para ofrecerle dinero por sexo, a lo cual la mujer se negó, para luego transmitirle su malestar al propio Núñez de la conducta de su amigo.
Según la testigo, Nilda se quejó de que Núñez continuó llevando a ese sujeto a su casa.
Este nuevo elemento adquiere relevancia a futuro, tomando en cuenta de lo que deberá ser la investigación respecto de un encubridor, o colaborador que debió tener Núñez para trasladar el cuerpo seccionado de su víctima, dentro de una valija, para lo que requirió del apoyo de un vehículo que no tenía.
Los testimonios continuarán hoy, y el tribunal ya prevé la posibilidad de los alegatos de las partes para el lunes y martes de la próxima semana.