LA PAZ (NA).- Lanús conseguía un vital triunfo en la altura de La Paz, pero se quedó y en tiempo de descuento The Strongest de Bolivia logró como local un empate 1 a 1 que dejó mejor parado para la revanchas al elenco visitante, al cabo de un aceptable encuentro disputado anoche, por la ida de los octavos de final de la Copa Libertadores de América.
Nicolás Pasquini inauguró el marcador, a los 36 minutos de la primera parte para el Granate, en tanto Diego Bejarano niveló el score, a los 46 del complemento, para el local.
La serie se definirá el próximo 8 de agosto en la “Fortaleza” y quien surja triunfador de la misma se medirá con el ganador de la llave que disputan San Lorenzo y Emelec de Ecuador, que jugaban al cierre de esta edición. Lanús conseguirá ese objetivo incluso hasta empatando 0 a 0.
Sin desgastarse en demasía, el visitante no se dejó arrear por su rival manteniendo el trámite a rienda corta y a bastante distancia de Andrada en los primeros minutos.
Apenas una excelente intervención del afirmado guardavallas “Granate”, a los 24, ahogándole el grito de gol a Alonso al salir airoso en un mano a mano, puede consignarse como de real importancia en medio de una mejoría boliviana que promediando la etapa pareció inclinar la cancha a su favor en medio de un evidente cambio de aire de su oponente.
Una vez recompuesto de un lapso de dominio de The Strongest, la visita encontró un inesperado premio en un remate lejano de Pasquini, quien a sabiendas del efecto que la altura suele provocar en el balón, se animó a pegarle desde una posición muy lejana incrustando el mismo en el ángulo superior derecho de Daniel Vaca, que pese a su volada no pudo desviar el remate.
En el complemento el conjunto de Farías inclinó la cancha pugnando por nivelar el score ante un Lanús que retrocedió demasiado, seguramente al habérsele agotado gran parte de sus reservas aeróbicas en la primera mitad.
Sostenido en la firmeza de Andrada, que se mostró muy seguro bajo los palos pero con sus habituales vacilaciones en las salidas, la sobriedad de su extrema defensa y un homogéneo trabajo de conjunto que lo hizo casi renunciar a atacar, el elenco del Sur del Gran Buenos Aires estuvo a punto de hacer historia.
Un desdibujado adversario que si bien ejerció un pertinaz predominio solo había llegado en el segundo tiempo a través de un cabezazo de Diego Bejarano a los 31 minutos, que resultó interceptado por Román Martínez por la misma vía cuando el balón tenía inexorable destino de red, le terminó igualando en forma agónica y en tiempo de descuento.
Un disparo sin destinatario fijo de Escobar resultó interceptado por Bejarano, quien a través de un sutil taco hizo rebotar el balón en el palo derecho de Andrada antes que el esférico se introduzca en su valla.
