El pago mensual de junio de la prestación también es récord, ya que se abonarán 595,2 millones de pesos para que jóvenes argentinos puedan iniciar o completar sus estudios primarios, secundarios, o aprender un oficio o carrera universitaria.
BUENOS AIRES.- Durante el mes de junio, 702.867 jóvenes del Programa de Respaldo a Estudiantes de Argentina (PROGRESAR) cobrarán su prestación, alcanzando el récord de casos liquidados desde que el plan se puso en marcha. Además, se pondrán al pago 595,2 millones de pesos, otra cifra récord, para que estudiantes argentinos puedan iniciar o completar su formación. Cabe recordar que hasta ahora el mes con mayor cantidad de casos liquidados había sido diciembre del año pasado (569.604 jóvenes)
Del total de titulares que reciben la prestación el 63 por ciento son mujeres y el 78 por ciento tienen entre 18 y 22 años. Además, Buenos Aires es la provincia con mayor cantidad de casos liquidados (232.872), seguida por Salta (48.809) y Tucumán (39.171).
En este sentido, el Director Ejecutivo de la ANSES, Diego Bossio, afirmó que “con Progresar brindamos oportunidades a los jóvenes que quieren iniciar o finalizar sus estudios. La prestación posibilita la compra de materiales de estudio y el costeo de viajes. El plan tiene un efecto distributivo, pero también macroeconómico, ya que genera condiciones propicias para el consumo. Esto es auténtica inclusión social”.
El pasado 2 de abril, la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández, anunció un aumento del 50 por ciento en la prestación, que pasó a 900 pesos mensuales. Además, se incrementó el ingreso tope del titular y su familia para acceder al derecho, el cual pasó de 4.716 pesos (un salario mínimo, vital y móvil) a 14.148 pesos (3 salarios mínimos).
Asimismo, se empezó a reconocer como grupo familiar autónomo a los/as jóvenes con hijos y a aquellos que trabajen en casas particulares ya que, de esta manera, se les facilitará el acceso.
Progresar es un programa de respaldo a los estudiantes de 18 a 24 años que desean empezar, continuar o finalizar sus estudios, que no tienen empleo, trabajan informalmente o que hasta ahora percibían un salario menor al mínimo vital y móvil y su grupo familiar se encontraba en iguales condiciones.