La escasez de dólares complica los planes de las compañías que dependen, mayoritariamente, de componentes importados. Así, se focalizan en producir aquello a lo que más «jugo» le sacan, reduciendo la variedad de modelos. En tanto, el menor stock encarece los artículos.
RIO GRANDE.- De acuerdo a un informe elaborado por el sitio Iprofesional.com, la industria electrónica de Tierra del Fuego sufre los embates derivados de la falta de dólares para pagar insumos, y la caída en la fabricación de celulares es un claro ejemplo.
En lo que va de 2015 el desplome en el volumen de teléfonos que viene ingresando al circuito comercial es «alarmante», afirmó un directivo de una de las principales empresas que producen equipos en el país.
El ejecutivo, que pidió no ser mencionado, señala que la fuerte baja tiene su origen en los problemas que encuentran las compañías para hacerse de dólares para efectuar sus pagos a proveedores del exterior, en general, ubicados en naciones asiáticas.
Desde allí llegan todos los meses pantallas, teclados, baterías y placas para la fabricación de celulares en Tierra del Fuego.
El hecho de que el Banco Central esté priorizando el cuidado de las reservas -aun a costa de una caída en el ritmo de actividad-, provocó un derrumbe en la entrada de todos insumos necesarios para la producción de equipos.
Esto, consecuentemente, llevó a una retracción de la oferta, tanto en términos de volumen como de variedad.
Según datos de Aduana, de los que diera cuenta iProfesional, durante el primer bimestre del año entraron al circuito comercial apenas 778.000 celulares, lo que implicó un desplome de casi el 65% frente a los 2,1 millones de unidades que habían ingresado en el mismo período de 2014.
«Conociendo las limitaciones de dólares, esta fuerte caída no llama la atención. Incluso, implica un reacomodamiento en la participación de mercado de las marcas», aseguran desde Carrier & Asociados. Sostienen que «el factor diferenciador clave ahora pasó a ser la disponibilidad de stock».
La consultora especializada también destaca que la falta de insumos hizo que en el último tiempo se perdieran más de 3.000 empleos en Tierra del Fuego, mayormente trabajadores temporarios.
Este descenso es reconocido por autoridades y cámaras que nuclean a fabricantes en el sur.
«En materia de puestos de trabajo hemos retrocedido a los niveles de hace tres años. La industria atraviesa un momento de caída en la producción», admitió Juan Ignacio García, secretario de Industria de la provincia.
En el actual contexto, los argentinos se ven afectados por dos cuestiones: precios más elevados y una menor variedad de modelos.
A modo de ejemplo, en uno de los retailers más importantes de la Argentina, en el arranque del año pasado se podían encontrar 102 variedades de celulares a la venta. Ahora, poco más de 20.
Es decir que en ese lapso desaparecieron casi 80 versiones de teléfonos. Y, aquellos aparatos que se venden al público, son sustancialmente más caros.
«Debido al mayor costo de los equipos nacionales se genera una brecha más marcada respecto de los precios en el exterior, lo que hace más atractiva la llamada micro – importación», expone Carrier, en referencia a todos los argentinos que viajan por el mundo y los adquieren en el exterior.
Menos dólares
En diálogo con iProfesional, Carrier afirma que la escasez de billetes verdes va a seguir afectando la producción.
Apunta que la cantidad de componentes y accesorios que llegan a Tierra del Fuego para la fabricación de celulares «actualmente es la mitad en comparación con lo que ingresaba en el 2014».
«El racionamiento de divisas te lleva a esta situación de menor variedad y precios más altos, para así sacarle jugo al poco stock disponible», completa.
Carrier asegura que «las marcas terminan aprovechándose de un mercado cautivo ante la falta de competencia importada. Las empresas pueden imponer los precios que quieran».
Una de las que enfrenta fuertes complicaciones es Brighstar, que produce el 65% de los celulares que se fabrican en la isla.
Como contrapartida, otro player importante, como es el caso de Newsan, no sufrió un impacto considerable.
«La empresa genera dólares a través de la exportación pesquera, lo que hace que casi no se vea afectada por las restricciones a las importaciones», apunta una fuente del sector.
Desde el Grupo Newsan hacen referencia a la fabricación de unos 200.000 celulares promedio por mes y destacan que están en condiciones de incrementar esa cifra.
Aspiradora verde
El 96% de los equipos que se comercializaron en la Argentina el año pasado fueron smartphones.
Fuentes de la industria aseguran que en 2015 la producción no logrará superar los 10 millones de dispositivos. De cumplirse esta proyección, las ventas no alcanzarán a las del año anterior.
A raíz de la escasez de dólares, «algunos fabricantes tuvieron que reducir sus operaciones en Tierra del Fuego», remarca Carrier.
La elevada necesidad de divisas asociadas con esta actividad sigue siendo un punto crítico, pese a la pregonada sustitución de importaciones.
Según el Ministerio de Industria de Tierra del Fuego, de u$s6.000 millones que moviliza este sector, unos u$s4.000 millones corresponden a insumos importados y sólo u$s2.000 millones se asocian a valor agregado local.
Según la Cámara de Importadores de la República Argentina, las empresas fueguinas se ubican en el podio de las que más dinero deben a sus proveedores externos, siendo superadas sólo por el rubro automotriz.
Modelos acotados
En un contexto signado por la sequía verde, los fabricantes se focalizan en aquellos modelos que les mejoran la ecuación costo-beneficio.
Un dato clave es que se produjo una baja en el precio unitario promedio de los equipos que llegan de la isla y del exterior.
En el primer bimestre de 2014, el valor de cada unidad era de casi u$s200. En cambio, entre enero y febrero de este año, el precio promedio no alcanzó los u$s160.
Esto implicó una contracción de casi el 20%, una caída llamativa en un contexto en el que deberían comenzar a llegar al mercado dispositivos más avanzados y con tecnología 4G, en sintonía con el nuevo servicio que están empezando a brindar las «telcos».
Al analizar las causas por las cuales se redujo el precio unitario de importación, se observan dos efectos combinados: las marcas masivas comenzaron a ingresar equipos más económicos; los importadores priorizan la introducción de segundas marcas, de menor prestigio.
Así es como en lo que va de 2015 proliferaron equipos como Woo, Zte, TCL o TopHouse, etiquetas casi inexistentes en otras capitales del mundo pero que aquí pasaron a dominar cerca del 10% del mercado.
El centro de la polémica está en que, mientras que el precio de importación baja, los valores al público aumentan.
Esto es debido a que las restricciones a las importaciones llevan a las cadenas de retail a defender el menor stock aumentando los equipos que tienen disponibles al público.
Celulares
Según datos de Aduana, la marca número uno desde el arranque de 2015 viene siendo Motorola, que logró ingresar unos 240.000 equipos al circuito comercial (31% de market share). Le sigue Samsung, y el «top 5» se completa con Nokia, Alcatel y Huawei. Por lo pronto, se observa una enorme concentración del negocio, dado que sólo cinco nombres hoy son responsables de manejar el 86% del mercado de celulares.
En esta «guerra» de marcas, se observa la fuerte escalada de Motorola y una fuerte caída de Samsung.
Televisores
En este segmento, se observa un fuerte predominio de Phillips, secundada por Noblex, Samsung, KenKen Brown y BGH. En conjunto, estos cinco jugadores ostentan un market share de casi 60 por ciento.
El 40% restante de la torta se reparte entre algunas marcas de renombre y otras poco conocidas, como Skyworth, Hisense o Konka.