RIO GRANDE.- El pasado domingo en las instalaciones de la Facultad Regional Río Grande el Rotary Club Club Río Grande realizó un almuerzo de camaradería organizado especialmente para hacer entrega del Premio Vecino Solidario 2017.
En esta oportunidad, el distinguido fue el vecino José Bonilla quien desde hace 10 años junta tapitas para el Hospital Garrahan.
Esta acción de este vecino tiene una particularidad y es que hace 25 años, en ese mismo hospital, atendieron a su nieto y lo ayudaron a salir adelante luego de que sufriera un problema de salud muy complicado. A modo de agradecimiento, Bonilla tuvo la idea de devolver, de alguna manera todo lo que había hecho el Garrahan de mano de sus profesionales. Bonilla no podía retribuirle al nosocomio con dinero pero se enteró que juntaban tapitas para ayudar, entonces se propuso hacer eso, juntar tapitas. De manera solitaria comenzó su tarea de recolectarlas y, en 2015, entregó 150.000.
Luego, con el correr del tiempo, continuó juntando tapitas y coleccionó tantas que no podía contarlas y ahora sólo las separa por colores. “Son miles así que sólo las separo por colores. No pienso dejar de juntar tapitas porque el hospital las necesita”, dijo Bonilla.
Cabe resaltar que, no conforme con juntar ciento de miles de tapitas, también junta envases y los lleva a la Casa del Niño Madre Teresa de Calcuta de Silvia Chedrese, también a modo de agradecimiento.
Al momento de hacer entrega del reconocimiento, el presidente del Rotary Club Río Grande, Prof. Miguel Vázquez, destacó que “este reconocimiento se le hace a un vecino o una institución que trabaje en pos de la comunidad”. Agregó que “siempre es importante agradecer y reconocer las actividades que hacen distintas personas por el bien del prójimo” y en ese marco se lleva adelante esta distinción.
“Desde el Rotary nos sentimos orgullosos de distinguir José Bonilla por su trabajo silencioso y tan importante para tanta gente”, cerró.
El premio
El Rotary Club Río Grande (Distrito 4930), a instancias de Miguel Vázquez, instituyó entregar, a partir del 26 de agosto de 2014, la distinción “Vecino Solidario”, a modo de reconocimiento a personas físicas o jurídicas que se distingan por la realización de acciones solidarias y altruistas que benefician la vida de otras personas y ennoblecen la vida social.
El objetivo del Rotary Club Río Grande es resaltar los valores solidarios que engrandecen al ser humano, demostrados en actos de amor al prójimo.
Para elegir la fecha se tuvo en cuenta el Decreto del Poder Ejecutivo Nacional Nº 982/1998, que declara este día como el “Día Nacional de la Solidaridad” en homenaje a la Madre Teresa de Calcuta, dado que el 26 de agosto es la fecha de su natalicio.
La propuesta del merecedor de esta distinción será realizada por cualquiera de los socios del Club, y su elección será consensuada por la mayoría de los socios.
Cuatro años consecutivos
Con este reconocimiento, ya son cuatro las oportunidades en que el Rotary lleva adelante esta distinción.
La primera vez fue en 2014 y fue para el Centro de Ayuda a Pacientes Oncológicos (CAPO) a través de Florentino y Gladys Maidana quienes fueron sus fundadores.
La segunda oportunidad, en 2015, el reconocimiento fue para María González quien, desde hace muchos años, lleva adelante el Comedor de María. Estas dos instituciones están dentro de las que el Rotary colabora de manera regular.
La tercera vez que el Rotary entregó esta distinción, fue en 2016 y reconoció a Facundo Varas, responsable del Carrito “El Ona” quien cada lunes dona toda lo que recauda a un vecino que lo necesite.
El reconocimiento
En las primeras tres oportunidades el premio era una mano extendida tallada en madera de lenga que es realizada por el artesano Javier Riveros, de la localidad de Tolhuin, que año tras año talla a mano esta obra para que sea entregada de manera única.
En esta oportunidad, el mismo artesano realizó otra obra y tiene el mismo tenor. En este caso es una oveja que amamanta. Según el presidente rotario, la oveja amamantando representa “una acción solidaria y, de alguna manera, nos remite a la extensión de la vida y la superviviencia con la ayuda de la madre. Además, tiene una particularidad, que es el sentido local que tiene la oveja. Por eso elegimos este símbolo”.
Intercambio estudiantil
El almuerzo que congregó a una gran cantidad de participantes sirvió, además, para darle la bienvenida a los chicos pertenecientes al programa de intercambio cultural y estudiantil que hace pocos días arribaron a la provincia. Ellos son Youri Vanderstraeten de Bélgica, Johann Hermlin de Estonia y Salomé Aubri de Francia quienes deberán pasar un año en esta ciudad.
Ademas, se les dio una recepción a los otros alumnos de esta ciudad que regresaron de su intercambio. Ellos son, Rubén Carrillo y Macarena Baliño quienes estuvieron en Francia, Iris Fernández que vivió en Noruega y Lucía Arrebola quien estuvo en Alemania. Por último, también se presentó a los postulantes al próximo intercambio.
