Navarro salvó el triunfo de San Lorenzo, único escolta

El Ciclón salió airoso en un difícil partido ante el Gasolero.

BUENOS AIRES (NA)– El oportunismo ofensivo y las atajadas de Nicolás Navarro permitieron ayer a San Lorenzo quedar como único escolta del líder Boca, gracias a su triunfo por 2 a 0 frente a Temperley como visitante.

Una precisa definición de Gabriel Gudiño, a los 13 minutos del primer tiempo, y tras una recuperación entre Fernando Belluschi y Nicolás Blandi, adelantó al Ciclón en el Sur bonaerense.

En el complemento, cuando Temperley había creado varias situaciones de extremo peligro desactivadas por Navarro, Blandi guapeó otra pelota en ataque y centró para Ezequiel Cerutti, que definió de volea a los 30 minutos.

El Ciclón defendió con éxito invicto en la Superliga, para quedar con 15 puntos como único escolta del líder Boca.

Temperley, por su parte, sufrió su quinta derrota en siete fechas.

La jerarquía individual de los jugadores del Ciclón terminó torciendo la balanza de su lado.

Primero Fernando Belluschi, para presionar sobre la salida de Temperley junto a Nico Blandi, y dejarle la pelota a Gudiño, que cara a cara con Josué Ayala no falló para el 1-0 de entrada.

Montagna pudo haber empatado con una aparición en las espaldas de la defensa azulgrana, pero Navarro, con el pie, desvió su remate.

También complicó, toda la tarde, con el juego aéreo en el área azulgrana, pero su falta de eficacia en el arco de enfrente se complotó contra sus aspiraciones.

Belluschi casi amplía la ventaja del Ciclón, con una tremenda volea que hizo lucir a Ayala sobre el ángulo derecho.

A partir del empuje, el Gasolero creció en el campo de juego, sobre todo en el segundo tiempo, a partir del despliegue de Maximiliano Lugo.

San Lorenzo casi no inquietó en el complemento a Josué Ayala, que fue un espectador de lujo de cada ataque que no pudo resolver Temperley.

Principalmente por la actuación de Navarro, que se impuso en forma espectacular ante los intentos de Ramiro Costa -¡con la cara!- y Matías Villasanti -con un manotazo providencial-.

Y cuando parecía que el empate de Temperley caía por decantación, llegó el segundo de San Lorenzo: Blandi le ganó la pelota a Pintos y sacó el centro que encontró sin marca a Cerutti, que no perdonó.