BUENOS AIRES (NA).- La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner presentó un escrito en los tribunales federales de Comodoro Py y reclamó su sobreseimiento en la causa Hotesur, al advertir que la acusación en su contra es un «disparate jurídico».
«Todo esto no tiene demasiado sentido, los hechos que se describen ya fueron juzgados en siete causas con sobreseimiento firmes, incluso este mismo Juzgado y Fiscalía. Todo esto no es más que un inmenso disparate jurídico del cual no pienso formar parte», sostuvo Cristina Fernández de Kirchner en el escrito entregado en el Juzgado de Julián Ercolini, quien la había citado a indagatoria.
Fue un trámite que no duró más de veinte minutos: la exmandataria rechazó que se le lea la imputación en su contra, pues dijo que ya la conocía, y por ello la brevedad de la audiencia de la que participó además el fiscal federal Gerardo Pollicita.
«No me pienso prestar a esta ficción de jueces que te leen tus derechos pero que luego no los aplican, lo mismo para los fiscales. No hay estado de derecho en la Argentina y quiero dejar constancia de esto en la causa», agregó al pedir su sobreseimiento.
En el escrito, Cristina Fernández de Kirchner insistió en que la firma Hotesur, hoy a cargo de sus hijos Florencia y Máximo, es una «empresa familiar» y negó los delitos de lavado de dinero que se les imputan.
«Se impulsa una investigación penal sin que se me atribuya un hecho puntual, concreto y específico de carácter delictivo. Por el contrario, sólo se hace referencia a operaciones comerciales regulares y lícitas que fueron declaradas ante los organismos competentes, instrumentadas de conformidad con las prácticas legales, bancarizadas y por las que se pagaron todos los impuestos correspondientes», insistió.
Y agregó que «son tantas y tan groseras las mentiras que se han dicho, que la acusación ingresa en el terreno del ridículo (del que no se regresa) afirmándose, entre otras cosas, que se buscó obtener dinero efectivo para adquirir los hoteles que luego fueron alquilados con la compra previa de departamentos, en vez de su venta».
Incluso, se quejó que se acuse a su hija Florencia de «responder por supuestos actos de lavado de activos que, imaginariamente, habrían tenido lugar cuando ella tenía apenas quince años». Además, defendió la compra de tierras fiscales por parte de los Kirchner en Santa Cruz, así como la adquisición de los hoteles Las Dunas, Alto Calafate y La Aldea del Chaltén, y aseguró que hay una «falta de fundamentación de la hipótesis acusatoria».