El exmandatario superó al candidato oficialista por casi 14 puntos al obtener el 36,66% de los votos, con más del 84% de las mesas escrutadas. Beatriz Sánchez (20,34%) finalizó tercera.
SANTIAGO DE CHILE.- Sebastián Piñera cumplió con lo que indicaban las encuestas en Chile e irá a segunda vuelta al imponerse en las elecciones del domingo por amplia diferencia. El candidato por «Chile Vamos» alcanzó una diferencia de casi 14 puntos sobre su contendiente en el balotaje, Alejandro Guillier.
Unos 14,3 millones de chilenos estaban convocados para votar en estos comicios con voto voluntario, donde además se renueva toda la Cámara de Diputados y la mitad del Senado.
Los principales candidatos a presidente de Chile habían votado por la mañana, en un clima de optimismo y con un pedido en común: el llamado a todos los ciudadanos a participar con su sufragio, en una elección que no es obligatoria y que, según los sondeos, registrará una abstención cercana al 60%.
El expresidente obtuvo el 36,66% de los votos, con el 84% de las mesas escrutadas. El oficialista Guillier, en tanto, registró un 22,64%. Detrás quedó la izquierdista Beatriz Sánchez (20,34%). El balotaje tendrá lugar el próximo 17 de diciembre.
Muy atrás quedaron Carolina Goic (5,91%), José Antonio Kast (7,85%), Marco Enriquez-Ominami (5,63%), Eduardo Artes (0,51%) y Alejandro Navarro (0,38%).
Con un padrón electoral de 14,3 millones de votantes que incluye, por primera vez, a unos 40.000 residentes en el extranjero, las elecciones se desarrollaron en un ambiente de tranquilidad.
El único incidente que se registró fue la toma de un grupo de manifestantes al comando de campaña de Piñera.
En los comicios, regidos por un nuevo sistema electoral proporcional, que sustituyó al binominal vigente desde la recuperación de la democracia en 1990, se renovarán además 23 escaños del Senado, toda la Cámara de Diputados, de 155 bancas y 278 consejeros regionales.
Es la séptima vez desde 1990 que los chilenos eligen presidente y deben hacerlo entre ocho candidatos, entre ellos dos mujeres, que representan todo el arco político, desde la ultraderecha nostálgica de Augusto Pinochet hasta la extrema izquierda marxista leninista admiradora de Stalin y de Kim Jong-un.