La Fuerza Aérea Argentina suspendió los vuelos de los aviones Hércules C-130 que fueron modernizados recientemente bajo un contrato con una empresa de los Estados Unidos. La medida se adoptó tras la falla en el sistema reversor (permite el cambio del ángulo de ataque o paso de la hélice) utilizado para detener el avión en un aterrizaje.
RIO GRANDE.- A partir de un incidente registrado con un Hércules TC-69 el 2 de diciembre, la Fuerza Aérea Argentina decidió suspender los vuelos de los aviones Hércules C-130 que fueron modernizados recientemente bajo un contrato con una empresa de los Estados Unidos.
La aeronave que registró problemas durante su aterrizaje en el aeropuerto de Río Gallegos cumplía un vuelo de abastecimiento a la base antártica Vicecomodoro Marambio.
La meteorología impidió su aterrizaje en la Antártida y cuando se preparaba para tomar la pista de Río Gallegos, en lugar de que los reversores detuvieran el movimiento, el paso de la hélice no se modificó y continuó con toda la potencia en el sentido del avance.
“La tripulación ejecutó los procedimientos previstos para compensar la anomalía, realizando el máximo frenado y detención de motores”, comunicó la fuerza.
Testigos relataron que los frenos se recalentaron casi a punto de ignición. La aeronave se detuvo recién al finalizar la pista de Río Gallegos cuya longitud es de 3.500 metros.
“El mal tiempo en Marambio nos salvó de un desastre, allí la pista es de 1.200 metros y estábamos cargados de combustible para la base, no lo frenábamos ni con un milagro”, dijo un tripulante en declaraciones al matutino Ámbito Financiero.
El TC-69 y el TC-61 son las dos máquinas que recibieron el upgrade de una serie de cinco que contempla el Programa de Remoción de Obsolescencias”.
Este contrato de 75 millones de dólares con la empresa estadounidense L 3 se firmó y pagó en su totalidad durante la gestión Kirchner. La primera aeronave fue modernizada en EE.UU., la segunda en la Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA) a cargo de técnicos estadounidenses de esa compañía y colaboración de personal de la planta cordobesa en tanto que un tercero el TC-70 está en proceso de actualización con mano de obra totalmente nacional.
El avión accidentado fue utilizado de modelo para emprender el trabajo en los restantes. Ahora la Fuerza Aérea busca decodificar los datos del FDR, acrónimo inglés de Flight Data Recorder conocida como “caja negra” para interpretar qué provocó la falla de los reversores.
No se sabe en qué tiempo pueda conocerse y corregirse la falla del sistema de reversores. Uno de los trabajos de mejoría incluyó el sistema de control de las hélices que se digitalizó, Electronic Propeller Control System es el ingenio electrónico incorporado a la serie de los 5 Hércules.
La suspensión de la actividad de los Hércules impactó de lleno en el reabastecimiento de combustible y otros insumos destinados a Marambio. A esta altura del año el combustible (gas oil antártico) utilizado para calefaccionar la base está en su nivel mínimo. El episodio sucede cuando está por comenzar la ventana estival que permite el inicio de la campaña antártica 2017/2018.
El jefe aeronáutico Enrique Amreim ordenó recurrir a acuerdos de cooperación entre Fuerzas Aéreas de la región, y “se dispuso de un avión Hércules C-130 de la Fuerza Aérea Uruguaya que realizó un cruce desde la Base de Río Gallegos hacia la Base Antártica Marambio para llevar materiales que son de uso necesario en el corto plazo”, se explicó en un comunicado oficial.
La medida originó algunos reparos en el ambiente de los pilotos antárticos, no dudan de la expertise de los uruguayos pero dicen que “hay que tener experiencia en una pista que es de tierra congelada y cuya longitud exige mucha precisión al piloto”.