Muchas veces, cuando estamos en “Modo Viajero”, nos encontramos en situaciones que resultan difíciles de resolver. Hacemos las valijas, buscamos alojamiento pero, una de las cosas más comunes, es olvidar el cuidado de la salud durante las vacaciones. En la siguiente nota, algunos consejos para tener en cuenta antes de salir de viaje.
RIO GRANDE.- Llega el verano, comienzan las vacaciones y, en la isla, es sinónimo de viaje. Las las travesías que pueden hacerse sólo, en familia o con amigos, siempre implican la recorrida de miles de kilómetros hasta el destino elegido, por tierra o en avión. Sin embargo, un viaje que debería ser placentero puede, de un momento a otro llenarse de complicaciones si no tenemos en cuenta algunas medidas mínimas para el cuidado de la salud.
Si bien son puntos importantes, el cuidado de la salud durante las vacaciones no se limita a tomar mucha agua y usar protector solar. Muchas veces, entre todos los preparativos, dejamos para última hora (u omitimos completamente) el estar preparados para algún tipo de accidente o malestar de salud.
Si todavía nos faltan algunas semanas para emprender el viaje se puede, además, de buscar alojamiento, recabar un poco de información sobre el destino elegido: Clima, la geografía, la cultura, las enfermedades comunes, y la comida: “Una vez elegido el destino lo principal es identificar qué tipo de temperaturas, y otros factores climáticos encontraremos al llegar. Chequear además, las enfermedades endémicas existentes para saber qué vestuario llevar, qué tipo de recaudos tener. En algunos casos, se debe tener en cuenta que es preciso vacunarse, y/o tomar alguna medicación particular. Otros factores sobre los que es importante estar informado son la geografía y las particularidades culturales y gastronómicos del lugar, para así saber de ante mano qué elegir”, aconsejó Dr. Gerardo Laube, director del departamento de posgrado de la Facultad de Medicina de Fundación Barceló.
El cuidado de la salud es algo que debería tenerse en cuenta durante todo el año, pero si no se tienen al día los estudios y visitas al doctor, es aconsejable consultar al médico sobre los recaudos y medidas preventivas a tomar. Lo mismo en el caso de la salud odontológica, a fin de evitar molestias durante el viaje. “En lo posible, estas consultas deberían realizarse entre 4 y 6 semanas previas al viaje, debido a que en el caso de algunas vacunas debe esperarse cierto tiempo hasta que se genere la respuesta inmunológica”, aclaró el médico.
Dentro de este ítem, también se encuentra el tener el día el seguro médico y verificar los servicios de atención médica del lugar de destino. También se puede buscar asesoramiento en la agencia aseguradora, servicio de medicina prepaga u Obra Social, para conocer los alcances de las coberturas, y si es necesario contratar algún seguro alternativo, sólo por el periodo de duración del viaje (como el SOAPEX, por ejemplo). Como el resto de la documentación, es importante, tener durante todo el viaje los carnets correspondientes a mano, por si se sufre un accidente o malestar.
Llevar ropa adecuada al clima del lugar: La playa suele ser uno de los principales destinos elegidos por los fueguinos entre enero y marzo. Quienes viajan al mar deben llevar protectores solares, repelente de insectos e hidratarse constantemente. Si se viaja a destinos del hemisferio norte, considerar que los fríos son mucho más intensos que los del sur, por lo que es necesario llevar mucho abrigo: bufandas, gorros, guantes, etc.
Preparar un botiquín de viaje que contenga antitérmicos (medicamentos para contrarrestar la fiebre), analgésicos, antiespasmódicos, para eventuales mareos, etc. En el caso de usar anteojos, lentes de contacto o audífonos, también se recomienda llevar un par extra por si se averían o se pierden.
“La alimentación e hidratación son fundamentales durante los viajes. Es necesario tener precaución con el líquido que se ingiere (lo recomendable es tomar agua mineral) y con los alimentos que se consuman (es fundamental que estén bien cocidos), especialmente cuando se viaja a regiones tropicales. Las enfermedades gastrointestinales suelen ser más graves en niños pequeños y ancianos ya que son más vulnerables a la deshidratación”, recomendó Laube.
Y agregó: “Para los viajeros en auto, es recomendable consumir alimentos livianos, y evitar en forma la ingesta de comidas abundantes. Además, se debe restringir por completo cualquier tipo de bebida alcohólica”.
El profesional además, destacó que estar en “modo viajero”, hace que las personas estén más distraídas y en muchas ocasiones, se expongan a condiciones a las que no siempre estamos habituados. La prudencia es un factor clave para que el viaje se desarrolle correctamente y sin riesgos innecesarios. Recordar que siempre existen diferencias culturales que deben ser tenidas en cuenta para que la estadía en los diferentes países o regiones sea lo más placentera posible.
¿Qué debe llevar el botiquín de emergencia?
Un botiquín de primeros auxilios para el coche no debería debe pesar más 750 gramos. Además, las medidas más adecuadas son de 25 por 17 centímetros, o similares. La caja o maletín tiene que estar elaborada en plástico y ser resistente a los golpes. No obstante, la mejor opción será adquirirlo en cualquier tienda especializada o en una farmacia para cumplir con la normativa.
Sobre el contenido que debe llevar el botiquín, corresponde a lo justo y necesario para tratar o curar lesiones derivadas de siniestros de tráfico leves como, por ejemplo, quemaduras, hemorragias, cortes, etcétera. Para lo cual, habrá que llevar: curitas, vendas elásticas y esterilizadas, alcohol o agua oxigenada, esparadrapo, tijeras, pinzas, imperdibles, algodón, guantes de vinilo o goma y una manta térmica.
Además de los elementos anteriormente mencionados, es conveniente llevar en la guantera del vehículo: un móvil con batería y su cargador, un mapa de carreteras, una linterna y frutos secos para casos de avería y espera de los servicios de asistencia en ruta. Y si viajan con nosotros niños o mayores, también se aconseja llevar: las cartillas de seguridad social o del seguro médico y teléfonos de los centros médicos existentes durante el itinerario para estar preparado ante una posible emergencia.