El look ideal para esta temporada estará marcado por los estilos: para las más clásicas, los colores marrones o chocolates en los ojos y la boca vuelven de manera renovada en tonos mate. Para las más osadas, los delineados bien acentuados y las bocas destacadas en tonos bordó, rojos intensos y chocolate serán imprescindibles.
Ojos: para destacar tu mirada, usá, durante el día, las sombras en sus tonos marrones, nude, tierra y ahumadas. Para la noche, la tendencia estará marcada por las texturas metalizadas en tonos que van desde grafito hasta verdes, doradas y negras. No solo estará vigente el básico delineador negro, sino que también lo veremos en blanco, verde, naranja y marrones.
Todos los delineados estarán permitidos. Usalos según la forma de tu ojo, pero el que se impone es el cat eye (ojo de gato), un diseño muy acentuado. Para conseguirlo, debes tener un buen delineador en pasta, que deslice suavemente, y un pincel de tamaño entre fino y mediano.
Labios: la tendencia será la “boca mordida”, que se tiñe de rojo en el centro y pierde la intensidad hacia los contornos. Si querés lograrlo, colocá base sobre tus labios con un pincel; después, con un labial de algún tono rojo o rosado oscuro y usando tus dedos, teñí el centro con golpecitos, manteniendo los labios pegados (como si estuvieras dando un beso). Repetí esto cuantas veces desees hasta que consigas la tonalidad que prefieras. Finalmente, podés lucirla en tonos mate o agregarle gloss.
Piel: los rubores rosados pálidos o fríos serán infaltables y volverán los dorados sobre el hueso del pómulo, algo bastante llamativo porque hace mucho que no lo veíamos. Seguirá el look nude (desnuda) en la piel; aunque tendrás que animarte a usarla un poco más mate que otros años en los que se la veía totalmente luminosa o húmeda.