El investigador de CONICET analizó las implicancias políticas que tuvo para la región la última visita del Papa Francisco a Chile y Perú.
USHUAIA.- El especialista en Religión e Investigador Superior del Conicet, doctor Fortunato Mallimaci, dictó este viernes en la Universidad Nacional de Tierra del Fuego (UNTDF) una charla destinada a estudiantes y docentes investigadores de la Casa de Altos Estudios Fueguina, oportunidad en la que analizó la última visita del Papa Francisco a Chile y Perú, desde una perspectiva diversa al abordaje realizado por los medios masivos de comunicación.
La actividad desarrollada en el marco del espacio de reflexión «Diálogos Filosóficos Interdisciplinarios”, iniciado en 2017 por el Instituto de Ciencias Polares Ambiente y Recursos Naturales (ICPA) de la UNTDF, el académico de extensa trayectoria y docente de la UBA, buscó echar luz a las implicancias políticas que tuvo para la región la visita del Sumo Pontífice. En este marco, explicó porqué el Papa apuesta a “la construcción de una patria grande” y se propone a su vez “ganar credibilidad para la Iglesia”, en un contexto desfavorable de crisis, crecimiento de la pobreza, escándalos sexuales y financieros que salpican a la Institución.
“El Papa tiene una idea de que el catolicismo en América Latina sea una espacio de encuentro y unión de bastos sectores que, en los últimos años, por ciertas políticas neoliberales, o políticas de exclusión y concentración de la riqueza, están quedando fuera”. Entre ellos se refirió a “los pueblos originarios, movimientos sociales: trabajadores informales, sectores barriales y villeros que se incorporan al movimiento obrero sin ser lo mismo”, dijo. “Sin la inclusión de estos sectores es muy difícil que se encuentre caminos de progreso, armonía y reconocimientos de derechos”, advirtió.
En ese sentido, el investigador analizó que “Francisco utiliza un discurso que busca la unión en América Latina y el mundo, pero a su vez, produce discrepancias: como en Chile, Perú y, sin venir a la Argentina, también provoca divisiones al interior de los partidos, divisiones en el Gobierno y en el catolicismo argentino”.
“Cuando el Papa afirma que la economía mata, que el capitalismo liberal es deshumanizado, confronta con los grandes poderes económicos, políticos, mediáticos, judiciales; sectores que impulsan una fuerte campaña en su contra, con importantes criticas, sobre temas donde no ha tenido una postura lo suficientemente determinante, como la pedofilia, el aborto, la educación sexual, temas que al menos en los espacios universitarios podemos discutir y analizar”, sostuvo el académico.
Por último, Fortunato Mallimaci reconoció que “el desafío no solo es para el Papa sino para el conjunto de las Iglesias y movimientos católicos a nivel nacional e internacional de encontrar respuestas haciéndose fuerte en el mundo de los pobres y marginados”, concluyó.