El turismo es una excelente oportunidad para conocer nuestro pasado y recordar nuestras gestas patrióticas, fortaleciendo nuestra identidad y construyendo una experiencia turística desde una perspectiva histórica.
El Cabildo de Buenos Aires tiene un protagonismo singular, ya que allí tuvo lugar lo que se conoce como la “Semana de Mayo” del 18 al 25 de 1810, donde se declara la Primera Junta de Gobierno que tuvo nuestro país.
El turismo es una excelente oportunidad para conocer nuestro pasado y recordar nuestras gestas patrióticas, fortaleciendo nuestra identidad y construyendo una experiencia turística desde una perspectiva histórica.
Cabildo de Buenos Aires – CABA
El Cabildo de Buenos Aires, sede de la administración colonial, ocupa el mismo lugar desde 1580, pero su edificio sufrió sucesivas modificaciones a lo largo de la historia. En este Cabildo, el 25 de Mayo de 1810 tuvo lugar la denominada “Revolución de Mayo”, hecho histórico que dio lugar a la Primera Junta de Gobierno.
Desde 1938 el Cabildo alberga la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos, y el Museo Histórico Nacional del Cabildo de Buenos Aires y de la Revolución de Mayo. En noviembre de 1939 se abre al público por primera vez, habilitando las salas de la planta alta.
El patrimonio del Museo está conformado por el propio edificio y las colecciones integradas por documentos, pinturas y objetos de los siglos XVII al XX. En la sala dedicada al Cabildo como institución se refleja la actividad que se realizaba en los tiempos de la colonia española y podemos ver, entre otros objetos, el Estandarte Real y el Arca de Caudales, donde se guardaban las monedas recaudadas a través del cobro de impuestos. También, el Reglamento de Milicias de 1801, un documento que describe cómo debían conformar los ciudadanos estos cuerpos armados para entrar en combate ante la necesidad de defender la ciudad.
El Cabildo
El Cabildo de Buenos Aires, sede de la administración colonial, ocupa el mismo lugar desde 1580, pero su edificio sufrió sucesivas modificaciones. Las primeras referencias del Cabildo provienen de principios del siglo XVII. Para 1608, tenía paredes de adobe y techo de paja. El interior se encontraba dividido en dos: un salón para reuniones y otro que funcionaba como cárcel. Las tejas llegaron dos años más tarde y, para mediados de siglo, el Cabildo tenía balcón y torres de madera y barro. Para 1725, el edificio estaba en muy mal estado y se decidió demolerlo. A cambio comenzó a levantarse uno nuevo, a partir de un proyecto del italiano Andrés Blanqui. Así, comenzaba a tomar forma el Cabildo tal como lo conocemos hoy.
En 1748 estuvo listo el primer piso y, en 1773 apareció la torre -algo más alta que la actual- cuya cúpula se cubría con un techo de lata. Ese fue el Cabildo de los patriotas de 1810 y esa fue su época de mayor esplendor. El Cabildo como institución fue derogado en 1821 y por casi 60 años funcionó como un edificio administrativo. En 1894 se suprimieron tres arcos del ala norte para dar paso a la Avenida de Mayo.
El Cabildo de Buenos Aires tiene un protagonismo singular, ya que allí tuvo lugar lo que se conoce como la “Semana de Mayo” del 18 al 25 de 1810, donde se declara la Primera Junta de Gobierno que tuvo nuestro país
En 1931 se demolieron tres más del ala sur para el trazado de la Avenida Julio A. Roca. Hacia 1940, el arquitecto Mario Buschiazzo realizó la última reforma importante del edificio, que rescató, en parte, el diseño original de Blanqui. Desde 1938 el Cabildo alberga la Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos, y el Museo Histórico Nacional del Cabildo de Buenos Aires y de la Revolución de Mayo.
Museo Histórico Nacional del Cabildo
El Museo ocupa el edificio donde funcionó el Cabildo de la Ciudad de la Trinidad y Puerto de Santa María de los Buenos Aires, capital del Virreinato del Río de la Plata. En noviembre de 1939 se abre al público por primera vez, habilitándose sólo las salas de la planta alta. Para conmemorar el Sesquicentenario de la Revolución de Mayo (1960), una ley del Congreso legalizó su creación y su jurisdicción nacional.
El patrimonio del Museo está conformado por el propio edificio y por las colecciones integradas por documentos, pinturas y objetos de los siglos XVII al XX. En la Sala dedicada al Cabildo como institución se refleja la actividad que se realizaba en los tiempos de la colonia española y podemos ver, entre otros objetos, el Estandarte Real y el Arca de Caudales, donde se guardaban las monedas recaudadas por el Cabildo a través del cobro de impuestos. También, el Reglamento de Milicias de 1801, un documento que describe cómo debían conformar los ciudadanos estos cuerpos armados para entrar en combate ante la necesidad de defender la ciudad.
Para los festejos del Bicentenario de la Revolución de Mayo se realizaron tareas de refacción y entre las novedades se incorporan modernos sistemas interactivos de comunicación que favorecen la participación del público. El Museo del Cabildo cuenta con dos pantallas táctiles, una con la imagen del cuadro del “Cabildo Abierto del 22 de Mayo” y otra con las localizaciones de los puntos geográficos más importantes de la ciudad de Buenos Aires en el año 1810 y su ubicación en el 2010. Fuente: Ministerio de Turismo y Deportes.
La colección
El Museo combina piezas patrimoniales con recursos tecnológicos contemporáneos. Así, se exponen objetos de gran valor histórico como un estandarte real, el antiguo escudo de armas de la ciudad de Buenos Aires, una lámina de plata y oro que la ciudad de Oruro envió en celebración por las victorias sobre las invasiones inglesas, pertenencias de los miembros de la Primera Junta, el título de abogado de Mariano Moreno, la imprenta móvil que Manuel Belgrano llevó en una de sus campañas, la medalla otorgada a un esclavo revolucionario, entre otros.
Actividades
El Museo realiza cada año muestras permanentes sobre diferentes temáticas históricas. Dispone también de materiales didácticos y actividades organizadas para instituciones educativas. Cada día se ofrecen visitas guiadas a los visitantes, actividad suspendida por razones de público conocimiento hasta nuevo aviso. Y durante todo el año se dictan talleres y cursos gratuitos a cargo de especialistas.
Además, una aplicación desarrollada por el Museo para descargar libremente en teléfonos celulares brinda información y materiales complementarios. Los protagonistas de las historias que se narran son los próceres, pero también los hombres y las mujeres de todos los colores de piel, de las élites y de los sectores populares.
El edificio
El edificio histórico también es parte del patrimonio del Museo. Fue reconstruido en 1940 en el mismo lugar en el que se asentó el Cabildo del siglo XVIII, respetando su forma. Algunos espacios recuerdan la antigua funcionalidad, como la sala capitular –donde se creó la Junta– y uno de los calabozos. La exposición cuenta además la historia de las transformaciones del edificio, que es también historia de los cambios arquitectónicos de Buenos Aires. Además, un video narra los acontecimientos relevantes que el Cabildo “presenció” en la Plaza de Mayo a lo largo del siglo XX.
Exposición principal
Una propuesta distinta, para contar una historia tan conocida como necesaria.
Luego de los destacados avances para el Bicentenario, el Museo del Cabildo se renueva e inaugurará la nueva muestra permanente, con tesoros de la historia argentina, tales como el escritorio de Mariano Moreno, el abrecartas de Juan José Paso, la orden de fusilamiento a Liniers, la bandera de los Realistas de 1810, la medalla entregada al esclavo Ventura al otorgarle la libertad por denunciar a su amo, Martín de Alzaga; y la pequeña imprenta que acompañó a Manuel Belgrano en la campañas militares, con la cual publicaba las proclamas revolucionarias.
La antigua sala Gobernador pasará a llamarse “De la autonomía a la independencia”, una muestra que relata los sucesos que marcaron el paso desde el 25 de Mayo de 1810 hasta nuestra independencia el 9 de Julio de 1816.
¡Vestite en un clic!
Es una propuesta del Museo del Cabildo para llevarte una fotografía única. Una actividad que fue desarrollada con el apoyo del Museo Histórico Nacional del Traje y el Regimiento de Patricios.
En la Buenos Aires colonial, la indumentaria se confeccionaba de modo artesanal: sastres, costureras, sombrereros y zapateros se encargaban de producirla, y algunas prendas se importaban desde Europa. Por su alto costo, la vestimenta dividía a la sociedad y se usaba para marcar la pertenencia social.
Una propuesta distinta, para contar una historia tan conocida como necesaria
En la época de la revolución, las mujeres de la elite vestían el estilo “imperio” proveniente de Francia, más austero, cómodo y sin corset. Solía complementarse con peinetas y mantillas, y a veces con un chal para destacar su elegancia. Como abrigo se utilizaba el redingote o la chaqueta Spencer de mangas largas. La moda que presenta la imagen de la “dama antigua” presente en los actos escolares se instaló en Buenos Aires recién en la década de 1830.
En el ámbito militar, se vestían con distintos uniformes. El que observarás en el Cabildo corresponde a un oficial del regimiento de Patricios. Algunos detalles lo distinguen del resto de la tropa, como los botones dorados en la pechera, la banda de seda roja cruzada sobre el pecho y las charreteras u hombreras. La casaca se acompaña con guantes, un pantalón blanco, botas de cuero altas y una galera negra acompañada de una cocarda de terciopelo roja y una pluma blanca. Fuente: Museo Nacional del Cabildo.