RIO GRANDE.- El 26 de septiembre se cumplió un año del terrible accidente que le costó la vida a un joven que llevaba poco tiempo de residencia en la provincia, José Caufulaf de 23 años, quien murió aplastado por un autoelevador en el galpón de la firma Graca, en calle Juan B Justo al 1400.
En aquella oportunidad el autoelevador de varias toneladas de peso había quedado empantanado en el acceso a ese galpón del parque industrial, y trataron de remolcarlo con una linga de acero atada a un camión de la empresa.
El joven Caufulaf estaba sobre el autoelevador y el camión era conducido por Leonardo Miqueas Martínez, cortándose en un momento fatal la linga, lo que llevó al motoelevador a efectuar un brusco movimiento en el que despidió al infortunado joven, para luego caer sobre el mismo.
El caso por “homicidio culposo o accidental” se tramitó en el juzgado de instrucción 1 a cargo del juez Daniel Cesari Hernández, quien pasado el tiempo resolvió el sobreseimiento del camionero Martínez como responsable del fatal accidente.
Pero en un momento apareció la familia de la víctima presentándose como parte querellante, apelando esa decisión.
La defensa de Martínez sostuvo que el plazo para la presentación de esa querella ya había expirado, pero el juez Cesari Hernández consideró que podían ser tomados como parte.
La defensa de Martínez apeló esta situación ante la Cámara de Apelaciones, cuya Sala Penal declaró como “nulo” el accionar de Cesari, remitiendo las actuaciones para que resuelva en consecuencia, o sea confirme el sobreseimiento.
Antes de ello la querella que representa a la familia de Caufulaf acudió en casación ante el Superior Tribunal de Justicia, pidiendo ser considerados como parte querellante y poder acusar en la causa.