El premio Nobel de la Paz visitará la sede Ushuaia de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego (UNTDF) y participará de diversas actividades abiertas a la comunidad.
USHUAIA.- El premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel visitará hoy la sede Ushuaia de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego (UNTDF) y participará de diversas actividades abiertas a la comunidad.
Este jueves 23 de mayo a las 19 horas participará del Seminario abierto “Hacia una Cultura de Paz”, dictado por el equipo de la Fundación Soka Gakkai en el Rectorado UNTDF de Fuegia Basket 251.
Mañana viernes 24 de mayo presentará el libro “Identidad, Educar en la Memoria” de Claudio Altamirano, publicación que reúne las voces de abuelas, madres, nietos recuperados y militantes de derechos humanos.
Posteriormente, autoridades de la Universidad, junto estudiantes docentes y personal no docente, harán entrega al premio nobel de la paz un reconocimiento a su destacada trayectoria en la militancia y defensa de los derechos humanos. La jornada concluirá con la presentación del Libro “La fuerza de la esperanza”, que refleja un valioso intercambio y diálogo entre Pérez Esquivel el maestro Daisaku Ikeda, fundador de la Soka Gakkai y referente de la paz mundial
Las actividades desarrolladas tendrán acompañamiento institucional por parte de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego, además de varios encuentros que mantendrá Adolfo Pérez Esquivel con el Rector Ing. Juan José Catelucci y la comunidad universitaria de la UNTDF.
Perfil
Adolfo Pérez Esquivel nació en San Telmo el 26 de noviembre de 1931. A los 11 años ya trabajaba para ayudar en su casa familiar. “Éramos muy pobres, así que muchas veces me acostaba sin comer. Vendí diarios en el tranvía, después fui cadete y peón de jardinería, hasta que pude vender algún cuadrito”, dijo en una entrevista.
Esos “cuadritos” eran parte de su vocación artística, que lo llevaron a estudiar Licenciatura en Bellas Artes y luego a trabajar como docente en la Universidad de La Plata (UNLP).
En los años sesenta comienza su trabajo con organizaciones y movimientos cristianos de todo el continente americano y en 1973 crea el diario “Paz y Justicia”, para difundir sus ideales en un contexto de gran violencia política, no solo en la Argentina sino en varias naciones del continente.
Esa tarea es la que lo llevaría a obtener el Premio Nobel de la Paz, en 1980, por su trabajo ligado a la defensa de la Democracia y los Derechos Humanos.
Desde entonces, siempre ha mostrado un compromiso permanente con este tipo de causas.