El titular de la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica aseguró que “no tenemos a mano ningún indicador que hoy nos esté mostrando” reactivación del sector. En ese sentido, lanzó un mensaje inquietante: “El nivel actual de producción requeriría menor nivel de empleo que el actual”.
RIO GRANDE.- Según las autoridades de la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (AFARTE), 2019 será un año sumamente difícil para la actividad fabril de Tierra del fuego, con índices de producción que se ubicarán entre los más bajos de la historia reciente.
En una de las últimas reuniones plenarias que mantuvieron las firmas nucleadas en AFARTE, trazaron las proyecciones con las que están comenzando a operar este año. Y las perspectivas son mucho peores de lo que se preveía.
El titular de AFARTE, Federico Hellemeyer, aseguró que “estamos ante un 2019 que se plantea como muy difícil. Y más allá de las lógicas ganas que tengamos de ver que se dinamizará un poco el consumo, no tenemos a mano ningún indicador que hoy nos esté mostrando que sea algo que vaya a ocurrir. Todo lo contrario”.
De acuerdo a las previsiones, el producto que mueve el mayor volumen de producción, es decir los teléfonos celulares, se estima producir un total de 7,5 millones de unidades a lo largo del año, mientras que en 2018 se llegaron a producir 8 millones de dispositivos. Es decir que la meta que trazaron apunta a que el sector sufrirá una caída de medio millón de unidades.
Un dato que demuestra cómo está el sector: en 2012, cuando se alcanzó el pico de demanda de las líneas de producción, desde Ushuaia y Río Grande habían salido 13,9 millones de teléfonos, lo que implica que las empresas estarán trabajando este año con un nivel que se ubicaría casi 50 % por debajo de ese récord.
Por otra parte, se produjeron en 2018 unos 3,3 millones de televisores, apenas 100 mil más que en 2017, lo que equivale a un alza de apenas 3 %. El problema es que el año pasado culminó con un importante sobre stock de televisores. Se estima que hay unos 700 mil LED en los depósitos de las fábricas.
Para 2019 prevén producir apenas 2,2 millones de unidades, la cifra más baja en más desde 2009 que implicaría, además, un desplome del 33 % respecto del período previo.
Por otro lado, en el rubro aire acondicionado, el panorama no parece ser mejor: el último gran año para la producción de estos equipos fue 2015, cuando de Tierra del Fuego salieron casi 1,8 millones de unidades. La meta para 2019 es de entre 800 mil y un millón de equipos.
Múltiples factores
Hellememyer aseguró que “la devaluación tuvo múltiples efectos sobre nuestra actividad. Es verdad que, en parte, brinda cierta cobertura frente a lo importado, porque la producción local tiene buena parte de su estructura de costos en pesos. Pero también es cierto que el dólar alto impactó mucho en el poder de consumo de la gente y esto afecta especialmente a los bienes durables”.
Por otro lado, uno de los mayores problemas que enfrenta el sector es el de la escasez de financiamiento y así lo explicó el titular de AFARTE al asegurar que “desde el momento en que se disparó la tasa se generaron dos grandes problemas: para las empresas pasó a ser costosísimo mantener el capital de trabajo y, en paralelo, se cayó mucho la demanda, porque para comprar un producto que sale $ 10 mil o $ 15 mil sí o sí se necesita contar con la posibilidad de pagar en cuotas con bajo interés”.
Grave situación
Desde AFARTE advierten que la industria fueguina está ante “una grave situación” y que “hoy, la industria requiere más demanda de producción para el actual nivel de empleo o bien, el nivel actual de producción requeriría menor nivel de empleo que el actual”.
En 2018 el sector cerró con 8.334 puestos de trabajo, una cifra prácticamente similar a la de 2017. El sostenimiento de los empleos es parte de un acuerdo de competitividad que las empresas firmaron con la Unión Obrera Metalúrgica (UOM). En la rúbrica se acordó congelar las paritarias por dos años y, como contrapartida, no se producían despidos.
En este contexto, Hellemeyer lanzó una alerta inquietante: “Las dotaciones que hoy tenemos están sobredimensionadas para los volúmenes que manejamos. Las empresas no despidieron personal y echaron mano a suspensiones y retiros voluntarios para tratar de sobrellevar el mal momento. Pero la situación así es insostenible”.
El dirigente empresario admitió que, en marzo, tanto AFARTE como la UOM volverán a reunirse para “rediscutir los términos del acuerdo” que el gremio quiere sostener para evitar despidos y que la cámara empresarial quiere reformular atento el escenario económico del presente año.