“Edición 2024, Juegos Deportivos Nacionales”, reza el título del cuadernillo que la Subsecretaría de Deportes de Nación, a cargo del exintendente de La Plata Julio Garro, envió a todos los subsecretarios provinciales, y al que pudo acceder Buenos Aires/12.
BUENOS AIRES (PAGINA12).- “Edición 2024, Juegos Deportivos Nacionales”, reza el título del cuadernillo que la Subsecretaría de Deportes de Nación, a cargo del exintendente de La Plata Julio Garro, envió a todos los subsecretarios provinciales, y al que pudo acceder Buenos Aires/12. Y por debajo, el sello de la Secretaría de Turismo, Ambiente y Deportes, lo que demuestra que su titular, Daniel Scioli, no se atuvo a la realidad cuando aseguró en X que desmentía “categóricamente” el cambio de nombre de los históricos Juegos Nacionales Evita.
Además, en su posteo el funcionario no desmintió la desfinanciación y el recorte de disciplinas y participantes de la política pública deportiva más grande del país.
El año pasado, en el 75 aniversario de los Juegos Evita, participaron más de un millón de jóvenes y personas mayores durante todo el año en 76 disciplinas deportivas y 13 culturales. Los finalistas nacionales fueron 25 mil, y compitieron en Mar del Plata, Chapadmalal, Tecnópolis y Termas de Río Hondo. Sin embargo, el martes 28 los funcionarios nacionales organizaron un zoom con los funcionarios deportivos de cada provincia para trasladarles una lluvia de malas noticias.
Bajo la incansable excusa libertaria de que “no hay plata”, Scioli y Garro anunciaron que se recortarán treinta disciplinas deportivas, reduciéndolas de 76 a 46, y que los finalistas, en vez de 25 mil, serán 8640. O sea, 16.360 finalistas menos. Lo hicieron con la excusa de “enfocar el evento en Proyección Dakar 2026”, cuando serán los Juegos Olímpicos de la Juventud. Por ese motivo, no sólo desarticularán treinta disciplinas sino que además eliminarán las disciplinas para personas con discapacidad y para personas mayores.
Por si tenían alguna esperanza, avisaron que las provincias que quieran participar de los juegos deberán pagarse los gastos de transporte, el hospedaje, la alimentación y la logística de sus delegaciones. Además, advirtieron que la final no se disputará en cuatro sedes como el año pasado, sino en una sola. La primera página del cuadernillo indica que el evento se realizará en la ciudad de Mar del Plata, ya que por su infraestructura deportiva y logística “es la mejor alternativa para la celebración de la edición 2024 de los Juegos Deportivos Nacionales”. Reafirmaron, allí, el cambio de nombre. Y ratificaron, una vez más, que el Gobierno nacional tiene entre ceja y ceja la batalla simbólica y cultural.
Todavía se desconoce el monto exacto que la subsecretaría de Deportes destinará a la mayor competencia deportiva del país. La diputada nacional Gisela Marziotta aseguró a este diario que “pedimos esa información y no nos respondieron aún”. Colaboradores de Scioli explicaron a BuenosAires/12 que “la semana que viene habrá una reunión con los secretarios de Deportes de todas las provincias y ahí quedarán definidos todos los detalles”.
Los Juegos Evita atravesaron la historia argentina de manera significativa no sólo porque incrementaron el acceso al deporte, sino que también dieron a luz a grandes figuras nacionales, con Diego Armando Maradona y su equipo Los Cebollitas como ejemplo más sobresaliente.
Incluso el observatorio económico y social del deporte y la actividad física de la Universidad Nacional de Misiones midió el impacto económico y social de los Evita 2023, y el informe arrojó datos acerca de la tracción económica que generan los Juegos Evita, a los cuales el Gobierno nacional sólo ve como un gasto a recortar. Durante 2023 se multiplicó por 15 la inversión inicial ligada a la organización, que fue realizada por la gestión anterior. En la ciudad anfitriona, por ejemplo, que también fue Mar del Plata, el 66 por ciento del impacto positivo recaló en hotelería, alimentos y comercio. El porcentaje restante, a su vez, se vio plasmado en las provincias participantes, y estuvo ligado al transporte y la indumentaria. En la edición 2023 de los Juegos Evita, Nación invirtió 4.200 millones de pesos. Gracias a esa inversión, la actividad económica alcanzó los 63 mil millones de pesos.
Las finales, ahora recortadas por Scioli y Garro, generan tamaña competencia que, en la última edición, fueron más de 200 clubes, polideportivos y diversas instituciones de la ciudad anfitriona que albergaron a los participantes de la competición, lo que generó un movimiento constante e intenso en el entramado productivo de cada zona. Pero más allá de la etapa final, durante todo el año los municipios y las provincias mantienen competencias constantes, lo que genera que los participantes tengan objetivos, realicen actividad física, conozcan más deportes e incrementen, con ello, el acceso a la salud.
Esto se debe a que, durante los juegos, los competidores se realizan un chequeo médico y completan su calendario de vacunación, además de participar en talleres de educación sexual integral, bullying, grooming, violencia por motivos de género y consumos problemáticos. Esta iniciativa responde a uno de los lineamientos fundacionales de la política, que cuando fue ideada por Juan Domingo Perón y Eva Duarte de Perón, allá por 1948, contó con el aporte, la visión y el convencimiento del entonces ministro de Salud, doctor Ramón Carrillo, que impuso las revisaciones médicas de todos los niños y las niñas que participaran de la competencia.
“Esto es un mazazo”
Marina Lesci, que hasta el 10 de diciembre se desempeñó como intendenta en ejercicio de Lomas de Zamora por licencia de Martín Insaurralde, hoy es secretaria de Relaciones con la Comunidad de ese distrito y vicepresidenta de la Unión Nacional de Clubes de Barrio. En diálogo con BuenosAires/12 Lesci asegura que las decisiones del Gobierno nacional en materia deportiva son “un mazazo a la aspiración del movimiento social ascendente, a la igualdad de posibilidades, y a que todos puedan llegar a los más altos niveles de competencia”.
Lesci dice que la iniciativa de Scioli y Garro es “un bombazo por un lado”, pero que por otro es “la confirmación de que el deporte, los clubes, y cualquier espacio de encuentro colectivo y comunitario no son prioridad para este Gobierno”. Y amplía: “Hay recortes, hay ajustes, y se produce una pérdida de sentido y de pertenencia en el cambio de nombre, porque no tiene que ver con la connotación política que sean ‘los Juegos Evita’. Lo que importa es que son una competencia deportiva de gran trascendencia y de mayor peso a nivel cultural”.