Fernández compartió un desayuno con la gobernadora santacruceña y su gabinete en Río Gallegos, donde también participó de una charla política; en lo que fue su primera actividad de la campaña desde que la senadora Cristina Kirchner anunció la fórmula el sábado pasado.
RIO GALLEGOS.- El precandidato a presidente Alberto Fernández inició ayer su campaña electoral en Santa Cruz, cuna del kirchnerismo, junto a la gobernadora Alicia Kirchner, y resaltó que su postulación «no es testimonial», al rechazar las críticas de quienes lo tildan de «títere» de Cristina Kirchner.
El exjefe de Gabinete expresó: «Mi candidatura no es testimonial, yo soy un dirigente político».
«Ni Cristina es Perón ni yo soy Cámpora», insistió el exfuncionario nacional.
En la reunión en la Casa de Gobierno santacruceña, el exjefe de Gabinete llegó acompañado de sus asesores Juan Fernández, Santiago Cafiero y Claudio Ferreño.
La gobernadora recibió al precandidato peronista junto al vicegobernador Pablo González, y los ministros Fernando Basanta (Gobierno), Ignacio Perincioli (Economía), Teodoro Camino (Trabajo) Paola Vessvessian (Desarrollo Social), Cecilia Velázquez (Educación), Rocío García (Salud), Leonardo Álvarez (Producción) y Claudia Martínez (Secretaría General).
Fernández elogió la gestión de Alicia Kirchner, quien competirá por la reelección, al sostener que Santa Cruz es «una provincia que no se endeudó en dólares, que ordenó sus cuentas, que se calmó socialmente, que avanza y crece con el ingenio de quien la gobierna y su equipo».
«Para mí Santa Cruz no es cualquier provincia. Es la tierra de Néstor», afirmó el exfuncionario kirchnerista, que más tarde visitó el mausoleo del expresidente, muerto el 27 de octubre del 2010.
La última actividad del día en la agenda de Fernández fue su participación junto al vicegobernador González de una charla de debate político en la sede del gremio UPCN local, a la que también se sumó como disertante la gobernadora Kirchner.
El cofundador del primigenio Grupo Calafate, el embrión de lo que después se convirtió en el proyecto nacional del kirchnerismo, hizo un llamado al peronismo enrolado en Alternativa Federal para que compita en la interna del PJ junto al PJ y Unidad Ciudadana.
«Ojalá que podamos entender que tenemos que estar todos juntos en el mismo espacio. Si no nos ponemos de acuerdo, vayamos a una PASO y dejemos que la gente decida», analizó, y agregó: «Ojalá que vengan. Son bien recibidos».
El anuncio de la fórmula Fernández-Fernández fue un cimbronazo que impactó de lleno en la línea de flotación de Alternativa Federal, y que ya le generó desprendimientos importantes en su base de apoyo: muchos de los gobernadores que participaban de las reuniones de ese espacio «antigrieta» salieron muy rápido a saludar la decisión de Cristina Kirchner, como Sergio Uñac, Gustavo Bordet, Juan Manzur, Gerardo Zamora y Rosana Bertone.
La idea de Alberto Fernández es seguir recolectando apoyos en la dirigencia peronista para concentrar el voto opositor y constituir un gran frente con posibilidades concretas de triunfo.