La medida fue solicitada por el fiscal Mayor Guillermo Quadrini y fue ordenada por el juez Daniel Cesari Hernández. Se procedió al secuestro de documentación y elementos informáticos. El juez Raúl Nadim Sahade fue notificado de derechos y garantías.
RIO GRANDE.- El miércoles, bajo un total hermetismo, se realizó un allanamiento en el Juzgado de Instrucción número 1, a cargo del juez Raúl Sahade, con la finalidad de proceder al secuestro de equipos informáticos y toda documentación de interés en una causa donde está sospechado de cobrar por sentencias y de facilitar escritos a una abogada que tramitaba una causa en ese Tribunal.
La medida judicial se llevó adelante después de las 14:30, una vez que los pasillo de los Tribunales quedaron desiertos. La orden fue dispuesta por el juez de Instrucción 2, Daniel Cesari Hernández, a requerimiento del fiscal Mayor, Guillermo Quadrini, quien resolvió impulsar una instrucción penal, en base a los antecedentes que ganaron luz pública la semana pasada.
Además del secuestro de los elementos de pruebas solicitados por el Fiscal, el juez Cesari Hernández ordenó que el juez Raúl Nadim Sahade sea notificado de Derechos y Garantías, por lo que quedó imputado en la instrucción de la causa, lo cual complica más su situación frente a este grave escándalo, uno más que sacude al Poder Judicial de la provincia.
El caso contra Sahade surgió a partir de lo decidido por los jueces Federico Vilella, Jorge Luis Jofré y Julián De Martino; integrantes de la Sala Penal de la Cámara de Apelaciones quienes dictaron una resolución en la que decidieron remitir copias certificadas de un expediente penal, ante las sospechas que recaen sobre el juez Sahade.
El expediente en cuestión es la causa 36.348 caratulado “Hernández Pablo Gastón s/Denuncia, Juzgado de Instrucción 1, Distrito Judicial Norte”. Las fojas sobre las que se hicieron copias certificados son la 508 a la 525 y de las 550 y 551; donde están las partes pertinentes que hacen al objeto de la denuncia contra Sahade.
Las sospechas sobre el accionar del Juez de Instrucción surgen a partir de una causa donde se investiga a una abogada de Río Grande, María Angélica Naveas Lagos, por el presunto cobro indebido de honorarios a un cliente suyo, que fue condenado por “homicidio culposo” a raíz de su participación en un incidente de tránsito.
La vivienda de la abogada fue allanada en diciembre del año pasado, ocasión en que se procedió al secuestro de su teléfono celular, sobre el cual se dispuso una pericia y de allí surgió que la abogada (acusada en la causa) no solo mantenía contacto con su cliente sino que, además, intercambiaba mensajes de contenido polémico con el juez Sahade.
“Las comunicaciones allí plasmadas darían cuenta de presuntas conductas que al menos podrían resultar contrapuestas con la ética de un magistrado de este Poder Judicial, corresponde disponer la extracción de copias certificadas de los autos principales y remitirlas a conocimiento del señor presidente del Superior Tribunal de Justicia, mediante oficio de estilo”, indica el escrito de los camaristas que fue el origen de la causa penal contra Sahade.