COMODORO RIVADAVIA.- El pescado es un alimento de alto valor nutritivo y susceptible al deterioro. Para determinar el grado de frescura y calidad se utilizan diferentes análisis como la evaluación sensorial del mismo, expresado a través del olor, la apariencia general, el aspecto de los ojos, agallas, mucus, entre otros.
Otro análisis para determinar la calidad es la medición del porcentaje de nitrógeno básico volátil, que consiste en detectar compuestos que afectan a la salud humana y son producidos a medida que avanza el deterioro de los productos pesqueros.
El Laboratorio Regional del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), ubicado en Comodoro Rivadavia, fue recientemente habilitado para realizar análisis de nitrógeno básico volátil y sulfitos en productos de la pesca. Los sulfitos son aditivos que añade la industria para evitar que se ennegrezcan.
Esto permitirá un beneficio en costo y tiempo para las empresas pesqueras locales de la región patagónica, donde hay plantas pesqueras habilitadas distribuidas en todo el litoral, establecimientos flotantes o buques factoría/ congeladores que exportan de forma directa; así como buques fresqueros o de captura que se verán beneficiados en el resguardo de la inocuidad de sus productos.
Este tipo de análisis se suman a la lista de diagnóstico para brucelosis bovina, ovina, porcina, caprina y canina, anemia infecciosa equina (AIE), varroosis, nosemosis y ectoparásitos que ya se vienen realizando.
De esta manera, se cumple con un compromiso asumido con las autoridades de la Dirección de Salud y Seguridad Alimentaria (DG-Sante) de Unión Europea, responsable de la política del bloque comunitario sobre seguridad de los alimentos y salud y del seguimiento de la aplicación de las leyes correspondientes; y con las cámaras pesqueras.