BUENOS AIRES (NA).- El escándalo que sacudió internacionalmente al fútbol llegó justo en un año electoral de la AFA, que ya estaba revolucionada, y tuvo en dos exponentes importantes como Daniel Angelici (Boca) y Matías Lammens (San Lorenzo), el reclamo de cambios en la estructura de la casa madre del fútbol argentino.
Angelici, que participó el último martes de la reunión de dirigentes que forman parte de la Tercera posición de cara a las elecciones, no escatimó palabras para evidenciar su perspectiva sobre la actualidad.
“En cualquier momento van a pedir ‘que se vayan todos’ como pasó con los políticos. Estoy convencido de que el fútbol argentino necesita un cambio muy profundo, eso es casi una obviedad y hay que hacerlo con urgencia y seriamente, pero en la AFA no hay voluntad”, expresó.
Angelici recibió en esa reunión realizada en el hotel Savoy, propiedad del presidente de Racing Víctor Blanco, críticas de sus pares por los fuertes reproches que lanzó luego de la descalificación de su equipo tras los incidentes en River.
Asimismo, en diálogo con Radio Mitre y luego de asegurar que él renunció “a la vicepresidencia segunda de AFA por otras diferencias, más allá del problema con Boca”, Angelici también le apuntó al Gobierno nacional por su intromisión en los asuntos de la AFA.
“Los recursos que ingresan por los derechos de imagen son muy buenos, pero ese dinero tiene que ser auditado y controlado. El Gobierno no puede creer que, por destinar esos fondos, puede tener injerencia en las decisiones de la AFA”, argumentó.