PEKIN (AFP).- La Selección argentina de básquetbol se quedó ayer con la medalla plateada luego de no haber podido resolver la encrucijada que le propuso España, que se impuso por 95-75 para lograr su segundo título Mundial, en China, resultado que no opaca el camino albiceleste, que contagió su entrega.
Argentina jamás pudo entrar en partido, principalmente por no haber podido descifrar la ofensiva española ni hacerse fuerte en defensa, uno de los pilares que lo llevó hasta esta cita histórica.
España sacó la diferencia de entrada (11-2) y no dejó meterse en resultado en ningún momento a la Argentina, a quien dominó en los rebotes para reducir su circuito ofensivo, donde no funcionó el conjunto ni la individualidad de sus figuras Facundo Campazzo y el capitán Luis Scola.
En el Wukesong Sport Center de Pekin, los hinchas albicelestes terminaron aplaudiendo a una Selección a la que no se le vio el básquetbol brillante que había desplegado en el resto del torneo y que le permitió asegurar su principal objetivo: la clasificación a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
En la previa, la estadística era desfavorable para la Argentina, que en los últimos 15 años solo le ganó una vez a España, en el Mundial 2010, en el partido por el quinto puesto (76-75). Y no lo pudo cambiar.
En la final de este domingo, se distanció en los primeros minutos 12-2 y a partir de ahí fue manteniendo una ventaja amplia en todo momento.
Al descanso llegó a irse con una ventaja de 43-31 y durante el tercer cuarto de distanció hasta un margen de 22 puntos. En el cuarto, los argentinos rebajaron la desventaja a los 12 puntos, pero sin poder bajar de la barrera psicológica de los diez, con una España que sofocó cualquier conato de reacción del equipo sudamericano.
El pabellón Wukesong de la capital china traía recuerdos a la selección española, ya que fue allí donde plantó cara durante mucho tiempo a los Estados Unidos de Kobe Bryant y LeBron James durante la final de los Juegos Olímpicos de Pekín- 2008 (118-107).
Ricky Rubio tenía 17 años en aquella final olímpica de Pekín-2008 y formaba ya parte del plantel.
En este Mundial fue elegido el jugador más valioso (MVP) del torneo, tras ser además el máximo anotador español de la final, por delante de Sergio Llull (15 puntos).
En Argentina, los 24 puntos logrados por Gabriel Deck, el máximo anotador del partido, fueron insuficientes para que su equipo pudiera pelear por el oro.
Pau Gasol (39 años), la gran estrella española de los últimos años, fue la principal ausencia de su selección para esta cita tras un problema en un pie, pero el nexo más reconocible entre las coronas de Japón-2006 y China-2019 es precisamente su hermano Marc (34 años), integrante de ambos planteles, un honor del que también puede presumir otro jugador emblemático, Rudy Fernández (34 años).
Marc Gasol está viviendo un año 2019 especialmente inolvidable, tras coronarse además campeón de la NBA con los Toronto Raptors.
España había sufrido decepciones en los dos últimos Mundiales, cayendo en cuartos de final ante Serbia en 2010 y contra Francia en 2014, en ese último caso sufriendo una derrota especialmente dolorosa, ya que el torneo se disputaba en su país.