Argentina perdió por penales ante Chile y estiró su sequía

NUEVA YORK (NA).– En una final casi calcada a la que disputaron en 2015 en Santiago, Chile le ganó anoche por penales (4-2) a la Argentina, tras igualar 0 a 0 en el tiempo regular y el alargue, y se consagró campeón de la Copa América Centenario en el estadio Metlife de Nueva Jersey.

De esta manera, el elenco trasandino logró su segundo título consecutivo, mientras que el conjunto albiceleste continúa sin poder quebrar su maleficio ya que desde 1993 no gana un título.

Hubo un expulsado por equipo: Marcelo Díaz en Chile, a los 28 minutos del primer tiempo, y Marcos Rojo en Argentina, a los 42 de la misma etapa.

Ya en la definición por penales, el remate muy desviado de Messi, primer ejecutor argentino, fue una postal de las sensaciones que parecieron marcar a una Selección que volvió a quedarse en las puertas de la consagración.
90 minutos intensos

En apenas 15 segundos de juego, Ever Banega sorprendió con un remate de media distancia, que pasó muy cerca del palo derecho del arco chileno.

El juego se hizo friccionado, y las buenas intenciones de ambos se diluían al llegar a tres cuartos de cancha.

Argentina era un poco más preciso y ambicioso, obligando a los futbolistas chilenos a cortar con infracciones, sobre todo las incursiones ofensivas de Messi.

En una de esas jugadas encabezadas por el crack rosarino, a los 16 minutos, Díaz lo derribó con un fuerte golpe desde atrás, lo que le valió la tarjeta amarilla.

Cuatro minutos más tarde, Higuain presionó a Medel en la salida, le robó el balón y encaró al arquero, pero tardó en definir, picó la pelota y el balón terminó saliendo pegado a un palo, ante el desesperado intento de rechazar del Pitbull, quien ya se había rehecho tras su error.

Cuando se jugaban 27 minutos, Messi ensayó otra corrida larga y –hábilmente- forzó a Díaz a cortar su carrera con una falta que le valió la segunda tarjeta amarilla y por consiguiente la expulsión.

Sin embargo, el combinado albiceleste no supo aprovechar la inferioridad numérica de su rival, que se cerró unos metros más atrás.

Argentina sufrió la expulsión de Rojo, lo que pareció ser una decisión exagerada del árbitro brasileño Lopes, ya que, si bien el lateral le entró fuerte a Vidal, era una jugada sólo merecedora de amonestación.

Ya en el complemento, Chile pareció crecer, pero, pese a tener más la pelota que Argentina, tampoco le alcanzaba para profundizar ni para arrimar peligro a la valla defendida por Romero.

La entrada del Colo Kranevitter por Di María le permitió a la Argentina equilibrar el juego en la mitad de la cancha y de a poco ir recuperando metros.

Chile, agazapado, logró sacar una rápida contra a los 34 minutos, en una jugada en la que Sánchez habilitó con un pase largo a Vargas, quien obligó a Romero a lucirse para tapar su derechazo.
Una para cada uno

En el primer tiempo del alargue los dos contaron con posibilidades de quebrar el cero. Por el lado de Chile, Alexis Sánchez agarró mal parado al fondo argentino y puso la pelota en la cabeza de Vargas, pero Romero, muy atento, salió rápidamente a cortar y atrapó la pelota.

Un minuto después, Bravo mostró sus reflejos y con un manotazo de derecha envió al córner un cabezado de Agüero con claro destino de gol, luego de un preciso tiro libre en forma de centro lanzado por Messi.

En el segundo tiempo extra Chile tuvo una notable merma física, pero su apuesta de cerrar filas resultó adecuada, y Argentina, pese a monopolizar el balón, no logró encontrar fisuras en la última línea “roja”.

Argentina no logró evitar el sufrimiento de otra definición por penales, que terminó de la misma manera que la jugada unos meses atrás, en el estadio Nacional de Chile.

Messi realizó un gran partido pero erró el penal.
Messi realizó un gran partido pero erró el penal.