Será el 23 de junio ante el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas, en Nueva York. “Chile, acompañada por el resto de los países latinoamericanos, presentará un proyecto de resolución avalando la posición argentina”, dijo Carmona.
BUENOS AIRES (Télam).- El Gobierno argentino renovará el próximo 23 de junio ante el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas (ONU), en Nueva York, su pedido al Reino Unido para que abandone su política de “reticencia” y acepte retomar las negociaciones sobre la “disputa de soberanía” sobre las Islas Malvinas, suspendidas unilateralmente hace 40 años, tras la guerra del Atlántico sur.
Paralelamente, las autoridades argentinas advertirán sobre las “acciones ilegales” del Reino Unido en la zona de Malvinas, como la autorización de la pesca ilegal, de exploración hidrocarburífera y de decisiones institucionales que “violan” resoluciones de la ONU, como asimismo una “injustificada” presencia militar.
El canciller Santiago Cafiero y el secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, Guillermo Carmona, encabezarán la delegación en la sesión anual del Comité Especial de Descolonización de la ONU (C-24), en la que se tratará, como todos los años, la Cuestión Malvinas, como se conoce en la diplomacia al reclamo argentino de usurpación, en 1833, de las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur por parte de los británicos.
“Como ocurre históricamente, Chile, acompañada por el resto de los países latinoamericanos en el C-24 (Bolivia, Cuba, Nicaragua y Ecuador), va a presentar un proyecto de resolución avalando la posición argentina, enmarcada en la resolución 2065 (de 1965 de la ONU), que insta a que sean retomadas las negociaciones por la cuestión de soberanía”, adelantó Carmona en una entrevista con Télam, en la que trazó los pasos a seguir.
Con vistas a la sesión del C-24, que celebrará su encuentro anual del 13 al 24 de junio próximos y tratará la Cuestión Malvinas en su reunión del día 23, Carmona estuvo semanas atrás en Nueva York con los actores principales de las Naciones Unidas, en una previa, ya que por primera vez el funcionario concurrirá a ese organismo internacional representando los intereses de Argentina por Malvinas.
“Lo que hemos visto -puntualizó- es que hay un fuerte compromiso tanto de la presidenta del Comité de Descolonización (Keisha McGuire), como del presidente del 76to. período de sesiones de la Asamblea General (Abdulla Shahid), en función de que se registren avances en los casos que están pendientes de resolución y nosotros, por supuesto, instamos para que sea el caso de Malvinas el que modifique su situación”.
Al respecto, anticipó que bregará para que “quede explicitada en el caso de Malvinas la predisposición argentina y la reticencia británica y, como ocurre año tras año, habrá dos peticionarios argentinos que van a plantear la posición de los argentinos que se ven afectados por el accionar colonialista británico sobre Malvinas y también va a hacer uso de la palabra el canciller Cafiero, en un discurso que va a abordar las distintas cuestiones que involucran a la Cuestión Malvinas”.
“En esto -explicó- siempre tiene un lugar destacado la expresión por parte del Gobierno argentino de rechazo a las acciones unilaterales en materia de pesca, actividades hidrocarburíferas o de decisiones institucionales que el Reino Unido adopta en contravención del derecho internacional”.
Asimismo, sin adelantar la “estrategia” a presentar ante el C-24, Carmona advirtió que “hay que tener en cuenta que este año se cumplen 40 años del conflicto del Atlántico sur y eso hace que todo lo que se relaciona con Malvinas tenga una envergadura particular en este aniversario particular que se está cumpliendo”.
El funcionario puso de relieve que “para la Argentina este momento es un momento en el que ponemos en valor que no solamente se cumplen 40 años de una guerra sino que se cumplen más de 40 años de la negativa del Reino Unido a continuar las negociaciones que estuvieron vigentes hasta febrero de 1982”.
“Por lo tanto -adelantó-, como hacemos todos los años, pero este año con especial énfasis, vamos a poner en evidencia que desde antes de la Guerra de Malvinas, antes de esta aventura militar de la dictadura, ya el Reino Unido venía con una actitud de reticencia a cumplir con el derecho internacional, que había sido relativa en los años anteriores a la Guerra”.
En este punto, recordó que “existieron negociaciones entre Argentina y el Reino Unido, pero a partir de febrero de 1982 se transformó en una reticencia cerrada a discutir sobre el tema de la soberanía y a buscar un acuerdo para resolver este punto central de lo que dispone la resolución 2065, que es que las partes encuentren una solución negociada a la disputa de soberanía”.