Con un total de cuatro vuelos y 40 horas sobre el cielo antártico, la Campaña Antártica “Hielo V” llegó a su fin tras una serie de operaciones aéreas entre Punta Arenas y el Glaciar Unión, en la latitud 80º Sur. La misión: recoger datos de las plataformas de hielo y conocer el impacto del cambio climático en estas mismas, todo a través de sensores elaborados por el Centro de Estudios Científicos (CECs).
PUNTA ARENAS (Chile).- Cada una de estas maniobras fueron realizadas por el avión P-3 “Orión” ACH (Armada de Chile) perteneciente al Escuadrón de Exploración Aeromarítima VP-1 de la Aviación Naval, aeronave comandada por el capitán de Fragata Cristóbal Rodríguez, quien además, ejerció como Comandante de Hielo V y, a su vez, es el comandante del VP-1. Asimismo, un equipo del CECs, liderado por el glaciólogo, Rodrigo Zamora, permaneció a bordo recolectando información sobre los glaciares del Territorio Chileno Antártico.
Tras el término de Hielo V, el comandante Rodríguez precisó la distancia recorrida: “Volamos más de 11 mil millas náuticas, que corresponden a más de 20 mil kilómetros: el diámetro de la Tierra son 40 mil kilómetros aproximadamente, por lo que recorrimos la mitad de la circunferencia de nuestro planeta gracias a las capacidades del P-3 “Orión” ACH”.
El sábado 7 de diciembre fue una fecha clave para la Armada de Chile: por primera vez en más de 200 años, una aeronave de la Aviación Naval aterrizó en la Antártida profunda, específicamente, sobre la pista de hielo del Glaciar Unión, emplazada en la latitud 80º Sur en la Tierra de Ellsworth, ubicada en la Antártida Occidental. Sobre esta zona se encuentra la Estación Polar Científica Conjunta del Estado Mayor Conjunto y personal del Instituto Antártico Chileno.
“Uno de los principales hitos logrados de la Campaña Antártica “Hielo V” fue el gran desafío de aterrizar en la pista de hielo azul de Glaciar Unión y efectuar mediciones a tan solo dos horas del Polo Sur, es la operación más austral que haya tenido un medio operativo de la Armada en la historia”, consignó el comandante Rodríguez.
Una de las novedades de Hielo V fue la implementación de sensores que midieron las líneas de costa de algunos sectores de la Antártica. Si bien este trabajo fue en formato de prueba, sus datos serán utilizados para determinar la diferenciación entre el territorio continental antártico, el mar u otras formaciones glaciológicas o geológicas de la zona meridional.
Estos estudios consolidaron las capacidades para “completar con éxito el plan científico de la misión (…) solo fue posible gracias a seis meses de planificación detallada y pruebas en el P-3 “Orión” ACH para este tipo de misión”, destacó Rodrigo Zamora. Además, explicó que la llegada a Glaciar Unión “abre a Chile y su ciencia la posibilidad de estudiar la Antártica interior y posiciona a nuestro país en cuanto a su capacidad de acceder a más del 70% del continente Antártico”, cerró.