BUENOS AIRES (NA).- A 21 años del atentado a la AMIA, el juicio por encubrimiento de la investigación del hecho comenzó ayer con las ausencias de los acusados Carlos Menem y Hugo Anzorreguy, quienes no se presentaron por problemas de salud.
Durante la jornada se dieron situaciones insólitas, ya que el certificado médico del expresidente era ilegible y no se pudo establecer el contacto por teleconferencia con el exjefe de la ex SIDE, internado en el Hospital Otamendi.
En la primera audiencia del proceso en que se juzga a 13 imputados, el Tribunal Oral Federal 2 señaló que Anzorreguy notificó que estaba internado a raíz de un cuadro infeccioso en una herida quirúrgica, y si bien se había dispuesto un seguimiento por teleconferencia, al intentar establecer el contacto no se pudo por problemas de conexión.
Imprevistamente, al dar cuenta de la presencia de las partes, el Tribunal constató la ausencia de Menem y su abogado elevó un certificado médico en el que decía que el exmandatario sufría de hipertensión arterial, artrosis, diabetes y depresión.
Pero el certificado era ilegible por la letra, cosa que hasta reconoció el propio abogado de Menem, Omar Daer, tras lo cual el Tribunal dispuso la continuidad del juicio y que se hiciera un seguimiento sobre la salud del expresidente.
A raíz de un pedido hecho por el querellante José Ubeira, quien patrocina a Telleldín, los jueces ordenaron que el riojano sea revisado por el Cuerpo Médico Forense.
Luego se trabó el arranque porque algunas defensas reclamaron la lectura completa de los requerimientos de elevación a juicio y no solo los resúmenes que habían dispuesto los jueces Jorge Gorini, Karina Perilli y Néstor Costabel, una integración especial del Tribunal Oral Federal 2.
El TOF2 rechazó los planteos y dispuso la lectura de las versiones resumidas, iniciando con el de la Unidad Fiscal AMIA representada por Roberto Salum y Sabrina Namer.
Junto a Menem y Anzorreguy son juzgados el exjuez Juan José Galeano; el exsegundo de la ex SIDE, Juan Carlos Anchezar; los policías Carlos Castañeda y Jorge “Fino” Palacios” (comisario RE); los exfiscales Eamon Mullen y José Barbaccia; el exagente de inteligencia Patricio Finnen; el expresidente de la AMIA Rubén Beraja; Carlos Telleldín; su entonces esposa Ana Boragni; y su entonces abogado, y el reconocido penalista Víctor Stinfale.
Los problemas de salud también fueron motivo para que el acusado Anchezar siguiera el juicio en una audiencia contigua, a raíz de que su abogado así lo pidiera por las náuseas que padecía en pleno debate.
Munir Menem, quien falleció años atrás, fue –según la acusación fiscal- el que llamara al entonces juez Galeano para que abandonara la pista siria que implicaba al empresario Alberto Kanoore Edul, cercano al entonces presidente.
En el juicio se tramitan dos causas: el encubrimiento de la pista siria, la cual involucra a Menem; y el pago a Telleldin de 400 mil dólares para que inculpara a policías bonaerenses inocentes como parte de la conexión local del atentado, esta última por la cual son acusados Galeano, los exfiscales y Anzorreguy, entre otros.
Las querellas son las del expolicía José Ribelli, quien antes fue acusado y pasó varios años detenido tras ser implicado por Telleldín; el Ministerio de Justicia; las agrupaciones de víctimas Memoria Activa, APEMIA y 18-J; y la AMIA-DAIA.
El juicio se lleva a cabo en la denominada sala AMIA ubicada en el subsuelo de los tribunales federales de Comodoro Py; y la primera jornada convocó a una gran cantidad de medios periodísticos, así como al segundo de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Juan Martín Mena, y el diputado nacional Claudio Lozano, entre otros.
Por el momento, los jueves será el único día de audiencias, ya que Gorini, a su vez, tiene a cargo el juicio por la tragedia de Once, pero se prevé que una vez finalizado ese proceso se sume un día más de debate en el caso AMIA.
En la primera jornada se leyeron varios requerimientos de elevación a juicio con acusaciones hacia todos los imputados, entre ellos Galeano y Menem.
Las acusaciones principales fueron dirigidas contra Galeano y los exintegrantes de la ex SIDE, por ocultar pruebas, dar de baja allanamientos ante la petición de las máximas autoridades gubernamentales, en el caso Menem, y por coaccionar a testigos para que declaren aportando falsas pistas.
Tras la lectura de los requerimientos de la fiscalía, de Memoria Activa y de la subsecretaría de Política Criminal del Ministerio de Justicia, el Tribunal dispuso un cuarto intermedio hasta el próximo jueves para continuar con la acusación de las demás querellas.