BUENOS AIRES (NA).- En sintonía con lo sucedido en otros países del mundo que adoptaron al confinamiento social como medida de prevención contra el avance del coronavirus, en la Argentina también la cuarentena generó que bajara la contaminación atmosférica en grandes ciudades.
Así lo aseguró la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), que reportó una “importante disminución” de dióxido de nitrógeno (NO2) en los conglomerados urbanos más poblados del país en los últimos días, como Buenos Aires, Córdoba, Rosario, Mendoza y San Miguel de Tucumán.
La CONAE elaboró y distribuyó a la prensa mapas elaborados con información satelital al respecto, y señaló que esta baja de la contaminación atmosférica se produjo luego del aislamiento social, preventivo y obligatorio que dispuso el Gobierno para frenar el avance de la COVID-19 en la Argentina.
“Los promedios de las tres semanas previas y posteriores obtenidos de las observaciones diarias hechas por el satélite Sentinel-5p muestran que el dióxido de nitrógeno (NO2) presente en la atmósfera de los centros urbanos más importantes del país se ha reducido significativamente tras la definición del aislamiento obligatorio”, afirmó María Fernanda García Ferreyra, experta en temas de calidad de aire de la Unidad de Emergencias y Alertas Tempranas de la gerencia de Vinculación Tecnológica de la CONAE, a cargo de la realización de los mapas.
El NO2 es uno de las especies gaseosas elegidas para monitorear la calidad del aire, debido a que su abundancia está muy relacionada al tránsito vehicular y aéreo, también a la actividad de algunas industrias, indicó la CONAE.
El dióxido de nitrógeno tiene efectos nocivos en la salud humana y además, participa en la formación de otros contaminantes atmosféricos como el ozono troposférico, agregó la institución.
Por este motivo, el NO2 guarda relación con el calentamiento global, por lo cual su disminución es un importante aporte en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) planteados por las Naciones Unidas en la Agenda 2030.
“Es notable ver cómo en otros conglomerados urbanos de la Argentina (Córdoba, Rosario, Mendoza y San Miguel de Tucumán) se observan valores de magnitud similar para el momento previo al aislamiento, pero cuando se los compara con los registrados sobre el área metropolitana de Buenos Aires y Conurbano, resultan entre cinco y seis veces más bajos”, consignó García Ferreyra.
La especialista remarcó que la reducción de NO2 en el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA) es “muy significativa”, tras evaluar dos períodos de tres semanas antes y después del aislamiento obligatorio.
Según la CONAE, la cuarentena dispuesta para evitar la propagación del coronavirus generó un efecto inesperado: la disminución de los niveles de contaminación atmosférica en grandes centros urbanos de la Argentina, debido a la menor circulación de tránsito y de emisiones de la industria.
En otros países del mundo, las medidas de confinamiento de la población y la parálisis de actividades fabriles a causa de la pandemia de coronavirus también provocaron una mejora en la calidad del aire, según reportaron días atrás especialistas, por ejemplo en Italia, España, Colombia y en China, nación en donde se originó el brote de COVID-19.