El actor y conductor Darío Barassi, protagonista junto a Agustín “Soy Rada” Aristarán de “C.H.U.E.C.O”, la primera sitcom de Disney+ producida en Latinoamérica que se estrena este viernes y en la que interpreta a un padre que hereda una fortuna con la condición de que se haga cargo de un chimpancé parlante, celebró el “desafío de poner en práctica el ritmo y la musicalidad de un formato con un timing tan propio”
“Como consumidor de sitcoms tenía el timing en la cabeza pero fue un desafío poner en funcionamiento tantos elementos distintos: información, escenas cortas, una sucesión de gags que son verbales, físicos, vocales; y también trabajar con público en vivo que se ríe o que no se ríe”, contó Barassi en una entrevista con Télam junto a Aristarán, sobre los retos de un formato con reglas tan propias y que popularizaron series icónicas como “Seinfeld”, “Friends” y “La Niñera”, entre muchísimas más.
Por su parte, “Soy Rada”, el mago, actor y músico que ya había participado como actor de doblaje en la versión en español latino de la remake de la película de Disney “El Rey León” (2019) interpretando a la hiena Kamari, fue convocado para poner su voz al servicio del chimpancé que da nombre a la serie. Él también se refirió a los desafíos del formato: “La sitcom es como un partido de ping pong: va, viene, remate, tiene esa musicalidad y esa rítmica a la hora de la comedia”.
Con ciertas reminiscencias a la trama de la serie “ALF” (1986), aquel adorable extraterrestre del planeta Melmac que choca con su nave espacial contra el garaje de una casa en Estados Unidos y se incorpora a la dinámica familiar, esta serie de trece capítulos y elenco internacional cuenta la historia de Juan Gustozzi (Barassi), un profesor de música y padre de tres hijos (interpretados por los actores mexicanos Santiago Torres, Pato Alvarado Loza y Maryel Abrego) a quienes cría con la ayuda del ama de llaves, Amanda (la comediante mexicana Consuelo Duval).
Agobiado por las deudas y una estructura económica que ya no puede mantener, la suerte de Juan cambia radicalmente cuando recibe la inesperada noticia de que es el heredero millonario de un tío lejano a cambio de una extraña condición: hacerse cargo de Chueco, la mascota chimpancé del tío (creada con la técnica de “puppetronic”). que desatará el caos en su casa.
“Cuando leí los primeros cinco libros no tuve dudas”, sentencia Barassi a poco de comenzar la entrevista.
Télam: ¿Qué fue lo que más te interesó?
Darío Barassi: Todo. Tenía una agenda que era imposible y lo llamé a mi representante y le dije: “acomodalo como sea, yo voy a ser Juan Gustozzi, no me la quiero perder”. Y acomodamos todo. Viendo el resultado estoy muy satisfecho con esa decisión. Siento que es un productazo, que es algo novedoso, que te termina conquistando como nos pasó a nosotros haciéndolo.
Agustín Aristarán: A mí me pasó algo muy parecido con el agregado de tener que actuar solo con la voz. Aparte los libros están bárbaros, son universales, los pueden ver en Alemania, Colombia, Argentina o México y se van a reír, la van a pasar bien y Chueco es adorable, ese mono es un campeón.
T: Darío, ¿cuáles fueron los desafíos de actuar con un muñeco?
DB: Era muy desafiante. Yo tenía bastante temor respecto de cómo hacer con todo este universo de la sitcom pero Chueco me lo facilitó un montón, estaba vivo.
T: Y para vos, Agustín, ¿cómo fue la experiencia de actuar solo con la voz?
AA: Antes no tenía mucha experiencia en doblaje y ahora tengo un máster porque cada episodio fue como una clase de crossfit de cuatro horas, porque terminás agotado, transpirado, descontrolado, te duele la cabeza. Lograr ponerle identidad e intención solo con la voz dentro de un estudio es espectacular y un gran ejercicio.
T: ¿Qué público imaginan que va a tener la serie?
DB: Tengo muy buenas expectativas. Porque me intrigaba saber qué pasaba, uno de los últimos días de rodaje traje a mi hija con sus compañeras de aula, eran como catorce con sus respectivos padres, y la verdad fue una explosión, las enanas estaban desquiciadas, le querían llevar bananas, Chueco les hablaba. También quería chequear a los padres, porque está bueno ver que tu hijo se divierte pero vos como padre, también. Apuntamos a un producto que invite a la familia a sentarse a mirar la tele. Desde que soy papá comparto mucho ese momento con mis hijas y me gusta mucho la idea de que seamos protagonistas de ese momento para otra familia.
T: Agustín antes decía que era una serie “universal”, ¿es difícil hacer ese humor “universal” para un público hispanohablante?
AA: El guion ya vino con esa propuesta. “C.H.U.E.C.O” está pensado como una comedia universal que tiene modismos culturales que fueron respetados. El mono es un mono argento, porteño, vago, sinvergüenza y amoroso. Juan es un argentino que vive hace mucho tiempo en México entonces se lo escucha como un argentino que cada tanto tira un término mexicano, pero no intenta ser mexicano. Yo creo que cuando entendés la universalidad de la comedia, no es difícil, nos reímos todos de lo mismo.
T: A los dos les va muy bien en lo que hacen. ¿Creen que sus figuras van a traccionar un público a la serie que quizás de otra manera no se acercaría a contenidos como este?
DB: Apuesto a que sea un producto que un adulto se pueda acercar a verlo. Hay un enganche con los hijos, sobrinos, un target más chico, pero es amplio. Puede gustar de 0 a 99 años, es un humor universal también en materia etaria y para los dos, que somos bastante conocidos acá, esto nos abre a un mercado nuevo. Bienvenido; era uno de los “check point” a la hora de elegir ser parte de este proyecto, amplifica un montón.
T: Darío, cuando se lanzó el trailer estuviste retuiteando bastantes “haters” que comentaban cosas sobre la serie. ¿Por qué crees que hay gente que reaccionó así?
DB: Que genere lo que generó, que sea trending topic, tendencia, es bienvenido. No lo tomé de manera agresiva, salí a contestar a lo que me parecía más picante de gente que conozco su humor y les devolví con humor, como una gentileza. Estoy agradecido de que haya ruido, cuando uno hace un producto quiere modificar a alguien, que algo pase con lo que está haciendo.
AA: Los dos sabemos que el 14 cuando estrene lo van a ver y decir: “¡qué al pedo hablé”!, está buenísimo el producto.