LONDRES (AFP).– El Barcelona consiguió un valioso empate 1-1 en el campo del Chelsea, ayer en la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones, en un partido donde el traje de superhéroe lo volvió a vestir Lionel Messi.
El argentino, que nunca antes había marcado contra el equipo londinense, consiguió el tanto del empate en el minuto 75, cuando el choque se le complicaba al Barça por el gol del brasileño Willian para el Chelsea, en el 62.
El empate es un buen resultado para el equipo catalán, que intentará dar el golpe definitivo en la vuelta del 14 de marzo ante su público.
El Barcelona sigue con buenas sensaciones en su reto de buscar el triplete de final de temporada: en la Liga española es líder con 7 puntos de ventaja sobre el segundo, el Atlético de Madrid, y en la Copa del Rey se medirá, en la final, al Sevilla, en abril. Por eso, continuar adelante en Champions se presenta como el principal desafío para el equipo de Ernesto Valverde, que se ha fijado como reto destronar en el torneo europeo a su enemigo histórico, el Real Madrid.
El Chelsea, que tiene casi imposible revalidar su corona en la Premier League -es cuarto a 19 puntos del líder, el Mánchester City-, confía en la Liga de Campeones para poder brillar en esta temporada. Por el momento tendrá la difícil tarea de viajar a Barcelona con un resultado muy incómodo y con la obligación de marcar.
Messi empardó
En la primera parte, la batalla en Stamford Bridge se mantuvo en tablas, aunque el Chelsea rozó más el gol.
Un disparo cruzado del belga Eden Hazard (minuto 6) para el Chelsea y un remate de cabeza del brasileño Paulinho para el Barça (17) fueron las primeras ocasiones en un partido en el que los londinenses esperaban muy atrás, priorizando la solidez defensiva ante el temible ataque azulgrana.
El Chelsea mejoró pasada la media hora y en el 33 el brasileño Willian, arrancando desde la izquierda en paralelo a la frontal del área, envió un fuerte tiro al palo. En el 42, Willian estrelló otro balón en el palo de Marc-André Ter Stegen.
Un minuto más tarde, un disparo de Hazard se fue alto, con lo que el descanso llegó con sensación de alivio para el Barça, que había ido de menos a más en la primera mitad.
En la segunda parte, el Barcelona parecía más organizado y en el 54 el uruguayo Luis Suárez lo intentó, pero se encontró con Thibaut Courtois.
Pero a la tercera ya acertó Willian (62), que se sacó la espina de los dos postes de la primera parte: recibió de Hazard en la frontal del área y encontró el hueco para enviar un tiro que entró por bajo, pegado al palo izquierdo de Ter Stegen, que se quedó clavado, siguiendo el balón con la mirada.
Al Barça le costó reaccionar pero consiguió el ansiado gol cuando el reloj entraba en el último cuarto de hora.
Andrés Iniesta robó un balón en la frontal del área, aprovechando una falta de coordinación de la zaga azul, y cedió para que Messi enviara un tiro que supuso el 1-1. Fue en la misma valla en la que en 2009 se dio el célebre Iniestazo, el gol de Iniesta en los últimos instantes de la vuelta de las semifinales de la Champions, que permitió al Barça clasificarse a una final que luego terminó ganando por 2-0 en Roma al Mánchester United.
El gol hizo daño al Chelsea, incapaz de reaccionar, ante un Barça consciente de que el 1-1 era un resultado positivo de cara a la vuelta.
Goleó el Bayern
El Bayern Múnich dio un paso importante hacia los cuartos de final de la Liga de Campeones tras derrotar por 5-0 en casa al Besiktas, ayer, en la ida de los octavos de final, en un partido en el que los turcos jugaron casi todo el encuentro con diez jugadores.
La roja para el croata Domagoj Vida en el minuto 16 allanó el camino, antes de que Thomas Müller (43 y 66), Kingsley Coman (53) y Robert Lewandowski (79, 88) consiguieran los goles del triunfo bávaro.