BUENOS AIRES (NA).– Boca ratificó su liderazgo en la Superliga con una gran actuación en Liniers, donde impuso su jerarquía y goleó ayer 4 a 0 a Vélez, en un partido correspondiente a la cuarta fecha del certamen.
Darío Benedetto, a los 14 minutos del primer tiempo y a los 6 del segundo, Nicolás Domínguez, en contra de su valla a los 17 del complemento, y el colombiano Frank Fabra, a los 40 de esa etapa, marcaron los tantos de la victoria boquense.
Con este resultado, el elenco de la ribera está en lo más alto de la tabla de posiciones con 12 unidades -puntaje ideal producto de cuatro victorias- y sólo puede ser alcanzado por River.
En tanto, Vélez, que no había recibido goles en sus anteriores presentaciones, se quedó con siete unidades.
Primer tiempo “picante”
Vélez buscó imponer la localía desde el inicio, pero Santiago Cáseres y Matías Vargas no encontraban espacios en la mitad de la cancha, donde Boca se mostraba firme y recuperaba rápidamente el balón para salir rápido de contra.
Así fue que a los 14 minutos Frank Fabra cortó un ataque en la puerta de su área, corrió varios metros, jugó con Pavón, este devolvió para el colombiano, que llegó hasta el fondo, lanzó el centro atrás y Benedetto empujó la pelota al gol.
El local recién pudo patear al arco rival a los 35 minutos, en una jugada en la que Leandro Desábato le cometió una clara infracción a Wilmar Barrios -no cobrada por el árbitro Fernando Espinoza- y cedió para Federico Andrada, que apenas pudo sacar un derechazo débil, bien controlado por Agustín Rossi.
Lo liquidó rápido
En apenas seis minutos del complemento, Benedetto volvió a mostrar su potencia goleadora y con un gran gesto técnico, tirando un taco en el aire para empalmar el balón, apremiado en la marca en la boca del arco por Lautaro Gianetti, puso el 2 a 0.
El segundo tanto del Pipa fue un golpe de nocaut para el elenco local, que seguía chocando una y otra vez contra su falta de ideas.
A los 17 minutos llegó el tercero, que liquidó definitivamente el pleito. Pablo Pérez habilitó a Benedetto por la derecha del ataque, el Pipa lanzó el balón al área buscando a Cardona y Domínguez, intentando cortar, tuvo la mala fortuna de batir su propia valla.
Cerca del final, y cuando el partido estaba terminado hace rato, Fabra, uno de los puntos más altos de Boca, tuvo su premio, convirtiendo el cuarto gol.