Brasil autorizó la presencia de bomberos y aviones extranjeros para extinguir incendios en Pantanal

El Gobierno brasileño autorizó la realización de servicios de extinción de incendios por aeronaves y tripulaciones de otros países en casos de calamidad pública o emergencias ambientales, en un intento de ayudar en el combate a los devastadores incendios que sufre el Pantanal, el mayor humedal del mundo.

RIO DE JANEIRO (Xinhua/NA).- La medida provisional es una prerrogativa del presidente de la República, que la difunde en casos de relevancia y urgencia, entra en vigor inmediatamente y tiene fuerza de ley, pero debe ser aprobada por el Congreso Nacional en un plazo determinado o pierde su validez.
«Con este cambio, ahora también podemos, si es necesario, contratar aeronaves de otros países o recibir ayuda de otros países con pilotos que no son necesariamente brasileños», afirmó la ministra de Medio Ambiente y Cambio Climático, Marina Silva.
Según un informe del ministerio, se habían logrado extinguir 30 de los 54 incendios registrados hasta el 7 de julio en el Pantanal, lo que corresponde al 55 por ciento del total.
De los 24 que siguen activos, 13 están bajo control, de acuerdo con información de la agencia de noticias Xinhua.
En todo el Pantanal hay 830 profesionales implicados en la operación de extinción, con 15 barcos y 15 aviones en tres bases operativas. Un total de 830 profesionales del Gobierno federal, 15 aviones, 15 barcos y tres bases en los municipios de Corumbá, Poconé y Porto Conceição trabajan para combatir el fuego.
«Tenemos 395 horas de vuelo dedicadas a estas operaciones. Hacemos un gran esfuerzo en relación con los lugares de difícil acceso», comentó Marina Silva.
En cuanto a las investigaciones llevadas a cabo por la Policía Federal para determinar responsabilidades, la ministra comentó que se realizaron 20 redadas en los lugares donde se han identificado los focos, en un trabajo conjunto con el Ministerio Público y las fuerzas policiales estatales.
Resaltó además los nuevos marcos regulatorios ambientales, como las medidas provisionales para reducir el periodo de espera en la contratación de bomberos y que permitan a pilotos extranjeros volar aeronaves en territorio brasileño.
«Ahora estamos creando un grupo de trabajo para el Parque Nacional (del PantanalMatogrossense), que es nuestra responsabilidad y donde hemos visto un aumento de los incendios, y ahora estamos movilizando equipos para reforzar el enfoque dentro del parque», añadió.
Por su parte, el secretario extraordinario de Control de la Deforestación y Planificación Ambiental Territorial, André de Lima, subrayó que el esfuerzo continúa para que, en los próximos 30 días, los incendios estén por debajo de los niveles registrados en el bioma en 2020.
Aunque junio mostró índices superiores a los de aquel año, la expectativa es que esto se revierta y se consolide en un área quemada por debajo del total de 3,6 millones de hectáreas alcanzado hace cuatro años.
«Es posible que en las próximas semanas esta curva cruce ya ese nivel de las tasas altas de 2020, es decir, que apunte a una tasa inferior a la de 2020. Así que estamos manteniendo todo el esfuerzo en estos frentes, y ese es el objetivo, que la curva no suba ahora, que se invierta o se establezca en un nivel mucho más bajo», explicó el secretario.
El Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables, el Instituto Chico Mendes de Conservación de la Biodiversidad, la Marina, el Ejército y la Fuerza Aérea, en cooperación con los cuerpos de bomberos de los estados, están trabajando en los frentes.
La aprobación del Proyecto de Ley de Manejo del Fuego, que ahora está siendo reglamentado por el gobierno federal, también fue mencionada por el ministro.
El Pantanal se enfrenta a la peor sequía de los últimos 70 años, con más de 760.000 hectáreas devastadas por los incendios en 2024, el equivalente a seis veces la superficie de la ciudad de Río de Janeiro.
El Pantanal es uno de los humedales más grandes del mundo, ubicado principalmente en Brasil, pero que también se extiende a Bolivia y Paraguay.
El ecosistema, vital para la regulación del ciclo del agua y el clima en la región, es reconocido por su rica biodiversidad, al albergar una gran variedad de especies de flora y fauna, muchas de las cuales están en peligro de extinción.
El Gobierno declaró el 24 de junio el estado de emergencia en la región debido a los incendios, que provocaron graves daños económicos y ambientales.
Según el Laboratorio de Aplicaciones de Satélites Ambientales de la Universidad Federal de Río de Janeiro, los incendios destruyeron este año 764.800 hectáreas del Pantanal.

CRÉDITO FOTO PORTADA: ©Marcelo Camargo/Agencia Brasil

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