Brasil es un destino tentador para recibir al nuevo año

Reveillon, es una de las fiestas mas importantes y dura una semana completa desde el 26 de diciembre al 1 o 2 de enero.

Gran cantidad de turistas anualmente se acercan a Brasil en busca de diversión al momento de despedir el año y recibir el que comienza.

BRASIL.- Brasil es un destino tentador y siempre bien demandado por la gran cantidad de turistas que anualmente se acercan a ese país en busca de diversión. Río de Janeiro, Florianópolis y Salvador, suelen ser los lugares más visitados por sus interesantes opciones.

Si hay algo súper interesante de festejar Año Nuevo en otro país, es conocer sus tradiciones. En Brasil se despide el año anterior y se recibe el nuevo de una forma muy particular. En Floripa (como también se conoce), todo el mundo baja a la playa, principalmente con ropa blanca (dicen, para atraer paz y buena fortuna para el próximo año). Hay quienes se visten de amarillo (para atraer dinero) o de rojo (para la pasión). Ahí estaba yo, vestida de blanco entre miles de personas, lejos de mi familia y mi hogar, empezando un gran viaje en otro país, con otro idioma, esperando los fuegos artificiales, bailando desenfrenadamente al ritmo de tambores. Salté siete olas para “abrir los caminos” y di flores blancas como ofrenda a Yemanja, la diosa del mar. Intenté introducirme en su cultura, caipirinha en mano.

Florianópolis es la capital del estado de Santa Catarina, está ubicada en una isla unida al continente por dos puentes. Alrededor de la isla hay más de 42 playas que cada año atraen a miles de turistas.

La isla de Florianópolis tiene 51 kilómetros de largo por 18 kilómetros en su mayor ancho. Sus más de cuarenta y dos playas hacen que cada años la visiten turistas de todo Brasil y también sea un destino elegido por turistas de Argentina, Uruguay, Chile y Paraguay.

Colores y formas adornarán el cielo de la «Isla de la Magia» y transforman la belleza del puente Hercílio Luz durante 20 minutos –con uno de los shows pirotécnicos más grandes y duraderos del país– teniendo como fondo la canción ‘Rancho de Amor à Ilha’, el himno oficial de la ciudad de Florianópolis. Las 17 toneladas de fuegos artificiales y 24 mil tiros multicolores lanzados a lo alto, dan muestra de lo dantesco del espectáculo.

Según la Policía Militar, el último año más de 300 mil personas celebraron la llegada del nuevo año con recitales de artistas locales y nacionales. La vista desde el puente Hercílio Luz es considerada la más bella de la ciudad. “La vocación turística de Florianópolis es un reto más a la hora de elaborar un gran evento para habitantes y visitantes. Las fiestas privadas son una referencia y atraen a miles de turistas, una ciudad necesita brindar atractivos con calidad para continuar siendo competitiva”, evalúan desde la Secretaría de Turismo de Florianópolis.

Río de Janeiro

Ciudad de fama mundial, considerada la tarjeta postal del país, se destaca por su belleza natural. Además de su topografía, posee monumentos históricos, variada oferta de alojamiento, bares, restaurantes, siendo el carioca reconocido como alegre y hospitalero.

Todos esperan despedir el año de la mejor manera para que el siguiente llegue con más fuerza y sea mejor que el anterior. En Río de Janeiro, los espectáculos son al aire libre y gratuito en las playas y calles de la ciudad, con una seguridad reforzada que garantiza la tranquilidad de los asistentes a la fiesta.

Para Río de Janeiro, la fiesta de Año Nuevo es el segundo mayor evento en el calendario turístico de la ciudad, después del carnaval. Cada 31 de diciembre, en la playa de Copacabana se da un momento mágico y emocionante. Alrededor de dos millones de personas se congregan en los 4 km de asfalto y arena, en un espectáculo cuidadosamente organizado para sorprender a sus visitantes, con un show de unas 25 toneladas de fuegos artificiales, que es uno de los mejores del mundo, y variados espectáculos musicales.

Después de la medianoche, se llevan a cabo espectáculos en los escenarios montados a lo largo de la playa, donde orquestas, bandas y artistas comandan la fiesta, cuyo cierre se realiza con la presentación de escuelas de samba.

Las personas, que en su mayoría se visten de blanco, vienen de todas partes del mundo y de Brasil, y esperan el show de fuegos artificiales que brilla en el cielo, iluminando durante alrededor de 15 minutos toda la playa. Los brasileños que pasan la víspera de Año Nuevo en la playa tienen la tradición de saltar siete olas. Esta costumbre viene de las tradiciones africanas traídas por los esclavos, que honra a Yemanjá, la diosa que protege a los niños y los mares.