El juez interino Andrés Leonelli trabaja intensamente en el desarrollo de la investigación a fin de establecer las distintas circunstancias que rodearon el cruento crimen de la mujer de 25 años. Los peritos buscan establecer si la casa es el lugar de los hechos con algunas complicaciones técnicas. Mientras tanto un gabinete multidisciplinario abordó el análisis de la psiquis del imputado viendo el grado de imputabilidad del mismo.
RIO GRANDE.- Desde el juzgado de instrucción continúan receptando pruebas testimoniales y periciales tendientes a esclarecer todas las aristas de este crimen que ha conmocionado a la provincia, tras conocerse los pormenores del deceso de Nilda Mabel Núñez, cuyo cuerpo apareció descuartizado.
El centro de atención sobre el principal sospechoso y único imputado de la causa, Aldo Javier Núñez de 33 años, tuvo el miércoles su análisis psicológico y psiquiátrico, siendo abordado por un gabinete multidisciplinario.
Especialistas de todo tipo buscan cubrir todos los aspectos en el análisis de la psiquis de este sujeto, tanto en relación a su grado de imputabilidad, para certificar su era consciente de la criminalidad de su acto, como aspectos vinculados a posibles perversiones o desviaciones de su comportamiento.
Incluso se solicitó en este punto un análisis especial respecto de una posible conducta de misoginia o desprecio particular que pudiera tener hacia las mujeres.
La escena del crimen
Paralelamente Leonelli trabaja en consonancia con el equipo pericial de la Policía Científica que realizó distintas pruebas y mediciones en la vivienda de la víctima, donde fuera detenido Núñez.
Allí se realizaron mediciones y tareas con el reactivo denominado “blue star”, el cual permite detectar manchas de sangre a pesar de que estas fueren removidas.
Tomando en cuanto que la causa se muerte sería por asfixia, se intenta determinar si ese mismo lugar fue escenario de la macabra tarea de seccionamiento del cuerpo. Ese reactivo no permitió detectar manchas de sangre significativas en la vivienda, por lo que aún permanece la duda en ese sentido.
De igual manera se tiene en cuenta que el cuerpo fue seccionado obviamente tras el deceso, por lo que se puede inferir que el descuartizamiento pudo no haber dejado evidentes marcas.
Por otra parte en el marco de la investigación si se tiene determinado el elemento de corte utilizando, siendo secuestrado un cuter con manchas de sangre, ya que el homicida no habría necesitado más, dado que los seccionamientos se produjeron de manera “limpia” a la altura de las articulaciones.
Finalmente en cuanto al elemento testimonial se siguen recabando datos y testimonios de conocidos y vecinos tanto de la víctima como del victimario, en una tarea de relevamiento de terreno que lleva adelante una división de la brigada de Delitos Complejos de Río Grande que se trasladó hacia Tolhuin.
La pista policial
Finalmente un aspecto que la investigación parece haber agotado pero no descartado, es la relación que la víctima mantenía con un efectivo policial de la mediterránea localidad, de la cual se presume podría ser fruto el embarazo de cinco meses que tenía al momento de su muerte.
El comisario Carlos Manetti fue consultado al respecto de la situación del suboficial Escribiente, quien se encuentra actualmente “de licencia”, sobre el cual asegura “no hay elementos que lo vinculen al hecho pero no se descarta nada en la investigación, de hecho hemos pedido que lleven adelante tareas la brigada de Delitos Complejos de Río Grande para despejar cualquier duda”, marcó.
Respecto de los antecedentes de violencia de género entre la víctima y el victimario, Manetti recordó “hubo una situación en mayo pasado que se le tomó testimonio a la mujer y en octubre se detectó una posible violación del hoy detenido de una prohibición de acercamiento”, dijo, agregando que “a partir de allí se dispusieron consignas, pero no una fija sino una vigilancia que se hacía de forma esporádica en patrullaje”, dijo.
En cuanto a una posible falta administrativa del efectivo en esas tareas de vigilancia, Manetti descartó, “se desconoce si la relación se pudo dar en esas circunstancias, hasta el momento no hay ningún elemento que así lo indique de hecho le reitero no había consigna fija en ese domicilio”, señaló, concluyendo que de momento el efectivo no incurrió en “ninguna falta administrativa o que haga a su función policial”, respondió.