BUENOS AIRES.- Representantes de la Federación Argentina de Cámaras de Farmacias (FACAF), de CoFa, FEFARA, SAFYB, OSFYB y de la Sociedad Argentina de Medicina asistieron al Congreso de la Nación, invitados en primera instancia por el Interbloque de Senadores del Frente de Todos y luego por la comisión de Salud del Bloque de Diputados de la UCR.
En dicho encuentro los representantes de las farmacias unificaron su postura ante el Decreto de Necesidad y Urgencia 70/2023 en defensa de la salud y de las farmacias como centro sanitario. Ya que el mismo pone en riesgo la salud, el modelo de farmacia profesional vigente y la integridad de la profesión farmacéutica.
Uno de los puntos claves planteados fue la reforma a la Ley 17565 que posibilita la venta de medicamentos que no requieren receta por fuera del ámbito de la farmacia, “vulnerando el derecho a la salud de la población, ya que ésta se encuentra en riesgo en cuanto: al origen de los medicamentos, a su conservación y a la dispensa fuera de control de la autoridad sanitaria provincial y del profesional habilitado, en definitiva, a la seguridad de los pacientes”, coincidieron los representantes de FACAF.
En ese sentido, los asistentes afirmaron además que, si bien los medicamentos “cumplen una función respecto del bien social, también pueden convertirse en algo perjudicial para la salud si no tienen el correspondiente control y vigilancia, que sin lugar a duda debe llevar a cabo el farmacéutico o lo persona autorizada para proceder a su venta”.
A su vez concluyeron que lo dispuesto por el DNU referenciado, en su texto y filosofía, no es más que un modo perfecto para posibilitar la automedicación y el acceso a drogas que suman a facilitar la drogadicción y los efectos nocivos del medicamento.
También recordaron que algo similar se llevó a cabo en la década del 90 lo cual trajo aparejado un problema superior como fue la falsificación de medicamentos por falta de control en kioscos y negocios ajenos a la salud. Incluso con respecto a medicamentos importados que no tuvieron el control de calidad por parte del ANMAT.
“El DNU perjudica la esencia misma de la Farmacia Argentina, concebida como un centro de salud con dispersión territorial y es una amenaza, por las disposiciones que promueve un modelo probadamente desacertado al intentar desregular y desprofesionalizar la actividad de la farmacia” concluyeron los referentes