BUENOS AIRES.- El fiscal José María Campagnoli consideró ayer “muy sugestivo” el hecho de que el abogado Jorge Chueco, vinculado al empresario Lázaro Báez, haya desaparecido en Misiones, al tiempo que pidió “prudencia”.
Campagnoli había acusado a Chueco de ser uno de los que extorsionó al financista Federico Elaskar para que se deshiciera de la financiera SGI, conocida como “La Rosadita”, y se la vendiera a Helvetic.
“Chueco es una figura clave, es el apoderado legal de Helvetic y también fue uno de los testigos principales que aportaron en mi contra en el juicio político, si bien su declaración no sirvió de nada”, sostuvo el integrante del Ministerio Público Fiscal.
En diálogo con Radio Mitre, Campagnoli recordó que Helvetic es la “firma que adquirió la llamada Rosadita, de ahí el papel importante que tiene” e indicó que Chueco “conformaba parte del entramado, junto a (el contador Daniel) Pérez Gadín y otras personas” y “se juntaba con importantes personajes de la política en Club de Tenis San Juan”.
“Me parece muy sugestivo el lugar en el que está, que es Misiones, tan alejado de la zona en la que vive, donde se mueve, y está cerca de la frontera, es como que es bastante preocupante”, agregó el fiscal.
Asimismo, resaltó que “hay que ser bastante prudente” con la desaparición del abogado, al tiempo que señaló que “es una posibilidad” que Chueco se haya fugado del país.
“Él ve que Pérez Gadín está preso junto con Báez, que (el financista Leonardo) Fariña lo ha nombrado, que están todos los antecedentes en la causa y por ahí el hecho de que el cerco se le vaya cerrando a cualquier persona la puede invitar a fugarse”, finalizó.
El abogado de Báez fue uno de los apuntados por el financista Leonardo Fariña en su extensa declaración ante la Justicia, tras lo cual el fiscal federal Guillermo Marijuán había decidido imputarlo en la causa que investiga la denominada “ruta del dinero K”.
Tras la imputación, Chueco desapareció esta semana y la última vez que se lo vio fue en el hotel en el que se hospedaba en el distrito misionero de Puerto Iguazú, aunque su auto fue hallado en la ciudad de Posadas, a 300 kilómetros de allí.
