Los principales factores que incrementan el riesgo de desarrollar cáncer renal son ser fumador, consumir en forma periódica abundante cantidades de alcohol, la asociación de tabaquismo y consumo de alcohol, y también otras condiciones como ser mayor de 60 años (a mayor edad, mayor incidencia), la hipertensión arterial, la obesidad y antecedentes familiares de esta enfermedad.
BUENOS AIRES (NA).- Como síntomas que ameritan la consulta inmediata, los especialistas citan como los más frecuentes la presencia de sangre en la orina, dolor en la zona lumbar, fiebre sin causa aparente, cansancio, fatiga y pérdida de peso sin motivo aparente.
“A diferencia de otras enfermedades en las cuales hay métodos de screening, como cáncer de colon, de próstata, de cuello uterino o de mama, el cáncer de riñón no tiene métodos de screening para detectar una enfermedad de estadio temprano. Lo principal es intentar prevenir o anular o mitigar los principales factores de riesgo principales y la realización de los controles médicos de rutina. La mayoría de las veces, los tumores renales se diagnostican cuando un paciente acude al médico por un cuadro abdominal banal (dolor, molestia, indigestión). En esos casos, el profesional solicita una ecografía de rutina para indagar posibles causas y allí encuentra un nódulo en el riñón de forma accidental. Estimamos que se llega de manera incidental al diagnóstico en alrededor de 9 de cada 10 casos”, agregó el Dr. Jerez.
“Otra situación que está viéndose en otros países y cada vez más en la Argentina es la aparición de la enfermedad en gente joven, personas menores a 40 o 45 años”, manifestó el Dr. Silva, quien añadió: “Cada tercer jueves de junio, conmemorando el Día Mundial del Cáncer de Riñón, en LALCEC aprovechamos para insistirles a las personas que tengan presente llevar adelante buenos hábitos alimenticios, no fumar, moderar el consumo de alcohol, realizar actividad física y controlar su presión arterial, en fin, toda una serie de conductas que ayudan a prevenir un sinnúmero de potenciales enfermedades, entre ellas el cáncer de riñón”.
El tratamiento del cáncer renal tiene a la cirugía como primera y principal opción, ofreciendo elevados niveles de curación, sobre todo en los casos no metastásicos detectados tempranamente. Luego existen tratamientos novedosos complementarios a la cirugía para aquellos casos localizados de mayor riesgo y, para los estadios avanzados, hoy se cuenta con novedosas alternativas terapéuticas como la inmunoterapia y las terapias dirigidas, o la combinación de diferentes estrategias.
“Son medicaciones que nos permiten alcanzar resultados en términos de sobrevida y buena calidad de vida del paciente impensados 6 o 7 años atrás. Pero también todo dependerá de la etapa de la enfermedad, del tipo de tumor y también de las condiciones de cada paciente”, concluyó el Dr. Jerez.