Carlos Alejandro y María Francisca

Buscando la luna de miel…

POR ROSA BREA.- Carlos Alejandro Brea y María Francisca Silva se casaron allá por el año 1968, 22/08/68 por civil y el 24 del mismo mes por iglesia en la ciudad de Mercedes, provincia de Buenos Aires.

El 2 de septiembre emprendieron su viaje, a fin de disfrutar de la luna de miel, vía terrestre, con la empresa de colectivos Transportadora Patagonia hasta Río Gallegos y de ahí por avión hacia Río Grande, llegando el 8 de septiembre.

Estimaban tener una luna de miel de 3 meses y volverse al calorcito del norte, pero quedaron maravillados con esta pequeña ciudad de no más de 4000 habitantes.
Encontraron trabajo enseguida en el” Hotel Villa”, de Ricardo y Mercedes Prada Villa, que eran tíos de ellos. Al poco tiempo papá se fue a trabajar a Técnica Patagonia; poco tiempo después ingresó a la Usina, luego a Granja y finalmente a Gas del Estado, donde hizo la carrera de Instalador Matriculado.

La familia se agrandaba con la llegada de Claudia Alejandra, el 22 de octubre de 1969 y dos años después, el 13 de febrero, yo, Rosa Isabel. Mamá seguía en el hotel y papá en la empresa de gas hasta el año 1976.

En el año 1974 se juntó un grupo de amigos argentinos y chilenos para fundar la Carrera de la Hermandad donde mi papá fue vocal de la primera comisión.
Por esos años tenía un programa radial en LRA 24 Radio Nacional Río Grande, en compañía de Juan José Degratti y Horacio David Sur, el espacio se llamaba Deportes en el 640.

En 1976 decidió trabajar en forma particular, siempre ligado a las instalaciones de gas.

1978 fue un año diferente, se dio el conflicto con Chile y esto hacía temblar la realización de la Carrera de la Hermandad, pero primó la pasión deportiva de ambas comisiones y el sentido de hermandad de pueblos vecinos con un ideal en común. Por ese entonces, papá era voluntario en Defensa Civil.

En 1980 nos trasladamos a vivir a Punta María, a 30 kilómetros de Río Grande, allí la vida tenía otros matices, nos calentábamos con leña y gas envasado, teníamos que buscar agua a un kilómetro porque no había agua corriente y en cuanto a la energía eléctrica, la proveía un equipo electrógeno. Nuestra estadía en éste lugar duró 4 años y lo lindo que recuerdo es que mi papá, todos los días, nos llevaba a la escuela primaria en el Frigorífico CAP, la Escuela Provincial Número 4.

El 24 de diciembre de 1983 papá tuvo un terrible accidente automovilístico sobre la ruta 3, su recuperación duró 6 meses, motivo por el cual nos mudamos en 1984 a Río Grande.

Ya recuperado, papá comenzó a trabajar en Defensa Civil Municipal y mi mamá en el Hotel Villa; con mi hermana ya íbamos a la escuela secundaria.

En el año 1990 mis papás decidieron irse a vivir a Tolhuin, trabajando ambos en forma particular.

Ellos se caracterizaron siempre por ser activos y emprendedores, por eso en el año 1993 crearon Defensa Civil en un tráiler, a la vera de la ruta 3, hasta el año 2001 que pasó a la Comuna Municipal en el departamento de Obras Públicas.

Tiempo después se jubilaron.

Esta es la reseña de la vida de Carlos y María, quienes siguen buscando la luna de miel en el Corazón de la Isla, después de cincuenta y cuatro años de casados, con dos hijas fueguinas, Claudia y Rosa; seis nietos: Daniel, Romina, Fernando, Matías, Agustín y Rocío; tres bisnietos: Malena, María y Bianca y un bisnieto chiquito Zair Lautaro.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *