El senador nacional Julio Catalán Magni criticó al Gobierno nacional por medir con una vara económica los 60 años de historia, donde además de trabajadores hay un museo que reúne más de 10 mil ejemplares sobre la historia antártica argentina.USHUAIA.- El senador Julio Catalán Magni se refirió a la penosa decisión de rematar la primera institución del mundo dedicada a la investigación científica de la Antártida. “En primer lugar, quiero ponerme a disposición de los trabajadores del Instituto que, como yo, ven con gran preocupación esta realidad ante la posibilidad del remate del edificio», comenzó Catalán Magni.
“El gobierno de cambiemos, nuevamente, perjudica a nuestros científicos y, en este caso particular, a un edificio histórico que desde 1951 funciona como conducción de la ciencia y el accionar antártico argentino en el continente blanco. Fue además el primero en el mundo, y hoy se está por rematar por estar ubicado en uno de los lugares más caros de la ciudad de Buenos Aires. Un verdadero atropello”, continuó.
“Van pasando los días y la incertidumbre crece, no solo por lo que va a pasar con el inmueble, sino también con el trabajo del personal, técnicos y profesionales. Cómo se va a continuar con las políticas antárticas si no existe una estructura capaz de garantizar su funcionamiento. Se está a punto de cometer una atrocidad con este remate, ya que el edificio antártico argentino es de lo más valioso del patrimonio simbólico de la historia antártica”, sostuvo el senador fueguino.
Por último, insistió en que «desde el Senado de la Nación intentaremos en la próxima sesión declararlo monumento histórico nacional en los términos de la ley nacional de museos y monumentos históricos, que presentó la Senadora Liliana Negre de Alonso. En honor a nuestros esfuerzos e historia en la Antártida, no podemos permitir que el inmueble salga del patrimonio del Estado. Debemos poder consagrarlo Monumento Histórico y exigirle al Gobierno nacional que recapacite, ya que no se puede ajustar o achicar gastos a costa de la historia y la soberanía antártica”.