Río Grande vivió por estos días las consecuencias de una ola polar que generó el descenso de las temperaturas a niveles que rondaron los -13° y con sensaciones térmicas que oscilaron los -20°. Esto generó un fenómeno que es por demás interesante y digno de conocer. El licenciado Fabio Seleme dio detalles de la cencellada.
RIO GRANDE.- La cencellada es la formación de plumas y agujas de hielo suave de color blanco sobre una superficie sólida, causado por el congelamiento de gotículas sobrefundidas de un banco de niebla a temperaturas bajo cero. Las propiedades físicas de la cencellada blanca son muy parecidas a las de la nieve húmeda, por lo que su apariencia es similar a la de una nevada.
Para conocer más sobre este fenómeno, que es visto en ocasiones en esta ciudad, el licenciado Fabio Seleme explicó que “esto ocurre en días como los que estamos atravesando, con clima muy frío y calmo, cuando se levanta un banco de niebla engelante. En este tipo de nieblas, misteriosamente el punto de rocío está por debajo del de congelación. Las pequeñas gotículas se encuentran en estado de subfusión, esto es, permanecen líquidas con temperaturas inferiores a los 0º C. Así sucede por un proceso de superenfriamento que, paradójicamente, hace bajar la temperatura del agua a gran velocidad, más allá de la que necesita para solidificarse, pero sin que eso ocurra”.
Seleme agregó que “la rapidez del descenso térmico por las bajísimas temperaturas no da tiempo a que se haga el necesario núcleo de solidificación (pequeños cristales de hielo) para que la gota se funda en sólido. Si a esto le sumamos la entrópica complicidad de la resistencia inercial de la materia para pasar de estados moleculares menos ordenados (líquido) a más ordenado (sólido) se termina de explicar esta rareza física de un muy delicado y precario equilibrio”. En este punto, cabe agregar que, para que se genere el fenómeno de la cencella, la niebla engelante que flota en el aire necesita solo una mínima vibración o el mínimo contacto con un cristal de hielo para levantar la temperatura y solidificarse.
En tanto, en lo que se denomina “la cencellada” sucede cuando la brisa desliza en tránsito la niebla, haciéndola impactar contra la vegetación o algún objeto. La niebla se cristaliza, entonces, como plumas o agujas formando por acumulación de capas estructuras blancas y brillantes que replican la figura de la cosa contactada.
Se crean así unas especies de banderas de hielo que duplican el mundo real en otro igualmente real pero desplazado a unos centímetros del primero. Ese mundo de sombras frías y frágiles crece hacia el lado de donde sopla la brisa, aunque visualmente aparentan la aerodinámica inversa.