Luego del cierre del establecimiento de Ushuaia, ahora fue el turno del Casino Club de Río Grande que este 30 de noviembre cerró definitivamente sus puertas. Suman unos 40 los empleados riograndenses que se quedaron sin sus fuentes laborales. Además se amplía un sector “fanstama” en pleno centro de la ciudad.
RIO GRANDE.- El Casino Club de esta ciudad corrió la misma suerte que el establecimiento de Ushuaia y cerró sus puertas este 30 de noviembre. Si bien este establecimiento se preparaba para cerrar el último día del año, por consensos con los empleados, el cierre se adelantó para materializarlo este viernes.
En diálogo con El Sureño, El secretario General de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (UTHGRA) en Tierra del Fuego, Ramón Calderón señaló que “esta situación era conocida por todos los trabajadores del Casino”.
El gremialista dijo que “siempre es lamentable que la gente pierda sus fuentes laborales” y adelantó que, desde Gastronómicos se está trabajando para tratar de abrir algunas fuentes laborales para aquellos empleados del sector que se quedaron sin trabajo”.
En tanto y respecto del cierre, señaló que “esto responde a una situación política y no tiene nada que ver con lo comercial” pero lamentó que “en el
medio quedan trabajadores en la calle”.
Calderón dijo que fueron 100 empleados en Ushuaia y ahora son unos 40 en Río Grande pero que son miles en todo el país los que están sufriendo con estas medidas”.
Centro fantasma
Río Grande muestra desde hace mucho tiempo una suerte de “ciudad fantasma”, en pleno centro de la ciudad, con la esquina de Fagnano y Rosales inactiva, tras el cierre del hotel y restaurante Ibarra, más los otros locales comerciales que funcionaban; los cuales habían sido adquiridos por el propietario del Casino, Cristóbal López.
Con el cierre del Casino y la fracasada inversión que se iba a realizar en ese lugar de la ciudad, Río Grande queda con un panorama triste en pleno corazón comercial, que la aleja de poder ser un atractivo para la gente que residen en la ciudad y de extranjeros que la visitan.