Se cumplieron diez años de Festival de Aves de la Reserva Costa Atlántica. Un evento que comenzó por inquietud de los aficionados a la observación de aves en la ciudad. Música, teatro, charlas informativas y hasta un poema llegado desde Buenos Aires, en honor al Playero Rojizo y lo que representa para la fauna costera.
RIO GRANDE.- El Cierre de la 10º edición del Festival de Aves de la Reserva Costa Atlántica, se realizó el día viernes 25 de octubre. Además de los números artísticos, la música acústica, hubo espacio para la reflexión y el recuerdo de la primera década de festival.
“Tuvimos un buen número de presentaciones; y hasta un poema escrito en honor del Playero Rojizo y de B95 en espe; por un poeta de Buenos Aires, amigo de Chochi Orellano, que se enteró del evento y quiso participar de esa manera”, indicó Tabaré Barreto, encargado del Centro de Interpretación de la Reserva Costa Atlántica.
Stella Maris Alazard, directora de Turismo del Municipio de Río Grande, comentó también: “Fue un cierre especial después de un mes de muchas actividades. También hubo emprendedores de cerveza artesanal, de chacinados de cordero y gastronomía regional para acompañar la velada”.
La funcionaria además expresó su satisfacción, respecto a la reacción de los residentes de la ciudad, que se acercan a la dirección de turismo para ver cuándo empiezan las actividades, o qué excursiones va a haber: “Esto es algo que a través de diferentes actividades que se fueron organizando se ha visibilizado: la costa, la naturaleza, la importancia histórica y cultural”, manifestó.
En cuanto al trabajo realizado en ocho años de gestión, y la edificación del Centro de Interpretación, Alazard remarcó: “Lo vimos crecer desde cero. Es realmente otro de los grandes logros de la gestión. Han sido años de esta gestión, de un trabajo arduo y continuo. Y estamos contentos, porque hemos podido dejar circuitos armados, folletería de calidad para nuestra ciudad y muchos proyectos encaminados. Seguimos con esta idea de poner a Río Grande como un receptor de flujos turísticos, así que vamos a seguir bregando porque ese sea el objetivo para toda la zona norte”.
Barreto, agradeció además la participación de los especialistas, que brindaron charlas, de la asociación Rumbo Sur que se presentó con una obra de Teatro. También resaltó la colaboración del personal municipal: “Los chicos de Área Técnica, de Obras y Servicios Públicos, de Defensa Civil, y todos los que colaboran para que se realice el Festival”.
Además, recordando el primer Festival, que se organizó comentó: “Esto es algo que comenzó con Sonia Castiglione, cuando ella estaba a cargo de la Secretaría de Turismo, junto con un montón de gente que también la ayudó en ese momento. Luego ella llegó a ser la secretaria de Producción y Ambiente, y tuvo la posibilidad de seguir dándole empuje a este evento”, dijo el funcionario.
Y agregó: “Y para esta gestión, es el último festival. Si bien uno espera seguir trabajando con este tema. En estos últimos diez años la intención fue lograr, que las aves, y en particular la actividad de la observación de aves, se pueda hacer conocida en Río Grande”.
“Con mi hijo Tomy recordábamos que él se disfrazó de Playero Rojizo en el primer festival, y hoy ya tiene mi altura -recordó Barreto-. El festival es sencillo, sin mucho presupuesto, porque queremos que sea una expresión genuina de los vecinos. No hace falta músicos, estructuras, no queremos presupuesto en esas cosas. En lo que sí se usó un presupuesto fue en la edificación del Centro de Interpretación, que hoy alberga todas las actividades. Y la gente se acerca, porque sabe que aún en la ciudad, hay cosas por descubrir. Que cuando vienen, se van siempre con algo nuevo, que no conocían”, concluyó Tabaré Barreto.