RIO GRANDE.- Ayer en horas de la mañana se puso en marcha una nueva temporada de Ciclismo de Ruta a cargo de la Subcomisión de Ciclismo del Club Bernardo O’Higgins, la entidad que mantiene viva la llama de esta disciplina y que por ser la primera del año, el número de participamtes fue más que aceptable, 35 pedalistas en total quienes se dieron cita a la San Sebastiám-Río Grande y que además estuvo en juego la primera edición de la “Copa Challenger José Toranza” en honor al corredor y dirigente que tanto a aportado al ciclismo fueguino desde mediados de la década del ‘80.
Fueron casi ochenta kilómetros a un ritmo infernal con ocho ciclistas que sobresalieron del resto y que tuvo a un sorpresivo ganador, César Ferreira, quien con menos de diez carreras en su haber, el correr de Mountain Bike ganó un embalaje para la historia, que quedará en la memoria de todos los que se acercaron a presenciar la prueba y sobre todo la llegada.
A segundos que el reloj marque las 10 de la mañana, la carrera fue puesta en marcha desde inmediaciones del puesto fronterizo San Sebastián y en pleno ascenso el que salió pisando fuerte fue Lucas Miranda quien logró con ese ritmo de salida, romper rápidamente el pelotón en mil pedazos y lograr casi de inmediato que el lote de punteros tuviese tan solo 11 corredores, luego se fueron formando otros grupos que lo escoltaron un por un espacio corto de tiempo y que luego quedaron demasiado relegados con relación a los punteros.
Desde el vamos el viento pegó de espaldas o bien cruzado pero que favoreció en todo momento el andar veloz de los corredores, jamás tuvieron que tenerlo de frente en la cara y esto explica los excelente tiempos que se registraron y sobre todo el ritmo que por momentos fue impresionantes y que habló bien de los corredores que se mantuvieron en la vanguardia de la misma.
Al llegar al cruce de Chorrillo, unos quince kilómetros de iniciada la prueba, diez era los corredores que estaban en punta, el mencionado Lucas Miranda, Fufi Acosta, Mauricio Núñez, César Ferreira, Pablo Zapico, Tomás Cárdenas, Francisco Zamora, Alejandro Barría y los hermanos chilenos Pedro y Pablo Chelech, y si bien no todos tiraban el mismo tiempo en la escalera, cada vez que pasaban a la punta del abanico, intentaban dar lo mejor para mantener el gran ritmo de carrera.
Una vez que dejaron atrás la estancia Sara, comenzó lo más entretenido de la competencia ya que comenzaron a probarse y a probar en serio; unos tres kilómetros después del casco de la estancia, llegó el primer plato fuerte de la mañana ya que antes de llegar a la gran curva en bajada que los deposita a los corredores en la recta que pasa por la Arcillosa, allí Tommy Cárdenas sacudió el avispero, pegó un palo tremendo que obligó a todos a salir a buscarlo, y lejos de contentarse con haberlo conectado, otros ciclistas arrancaron más fuerte aún buscando dejar a algunos fuera del pelotón, y fueron tantos palos y tan seguidos, que consiguieron el objetivo, dejaron fuera de la escalera a Punto Negro Barría, a Francisco Zamora y al chileno Pedro Chelech.
El esfuerzo de estos fue denodado por alcanzar a los siete hombres que habían mantenido la línea, casi de inmediato los conecto el hombre de Punta Arenas Chelech; Barría con algunos problemas en la caja no pudo alcanzarlos pese a que estuvo cerca y luchando mucho tiempo por lograrlo, mientras que Fran Zamora una vez que quedó fuera de la última rueda, ya no tuvo energías para salir a buscarlos, sólo le alcanzó para darle alcance a Punto Barría e ir tirando juntos un buen tramo de la carrera.
A un kilómetro de la tranquera amarilla que da ingreso a La Arcillosa, otra vez comenzaron los arranques y los testeos de piernas; nuevamente el pibe Tomás Cárdenas fue el que comenzó con los palos y esta vez pese a que fueron menos, todos respondieron muy bien y a partir de allí como que se calmaron, incluso dio la sensación que bajaron el andar hasta llegar a la zona de El Murtillar.
De allí y hasta el ingreso a la expista de aterrizaje que está sobre la Ruta Nacional Nº 3 y hasta el cierre de la misma, el andar fue duro y parejo, y recién en la gran curva que deposita a los participantes en el puente del río Chico, bajaron la intensidad del pedaleo, como buscando oxigenar las piernas para el último gran desafío, la trepada al cabo domingo, casi siempre el gran filtro de las competencias que se corren rumbo al norte de la Isla.
Y dicho y hecho la mejor acción de toda la carrera se dio en este sector; tras comenzaron la extrensa trepada, la cual tiene algunos descansos, el que primereó a todos fue Lucas Mirandas, él salió a dejar el desparramo pero de inmediato lo salió a buscar César Ferreira y lo conectó de inmediato, más tarde se pegó Mauricio Núñez, y cuando se tomaron un respiro, vieron como los dos representantes de Punta Arenas los sorprendieron al pasar a gran ritmo por el costado de ellos y a poco de culminar la trepada, los dos hermanos Chelech se habían cortado en soledad.
El primero en perder rueda definitivamente fue Pablo Zapico quien llegó a este sector con lo justo, cada vez le costaba más mantenerse en el abanico de punta, luego quedó sin respuestas físicas el chico Cárdenas, por lo que debieron unirse Acosta, Miranda, Ferreira y Núñez para salir a buscar a sus rivales extranjeros.
Y no fue fácil ya que estos bajaron a gran velocidad el Cabo, aunque en el plano comenzaron a vacilar y gracias al empuje de Miranda y Acosta, los cuatro de atrás alcanzaron a los punteros juntos al llegar al obrador de puerto.
Una vez los seis juntos fueron sin demasiados sobresaltos hasta el ingreso de la rotonda derivadora a camino de Circunvalación o bien al ingreso del excampamento YPF y al llegar los seis junto a esta zona, la definición fue para alquilar balcones.
Al ingresar a la misma, fue encerrado Ferreira y casi se traga el alto cordón del costado de la ruta, al zafar de esa situación y quedar en punta, se abrió todo hacia la derecha quedando en soledad en ese carril, cuando los restantes cinco rivales permanecieron unidos a la izquierda de la ruta; César al verse sólo y con la llegada a unos 700 metros, se lanzó en búsqueda de la victoria y sorprendió a todos quienes cuando salieron a buscarlo, se encerraron buscando el mejor carril para ellos y pese que se le vinieron encima como una tromba, sobre todo el eximio embalador Mauricio Núñez, no pudieron con él, Ferreira cruzó la meta con menos de media rueda de ventaja sobre el corredor de Everest Cycling.
El grito de felicidad de Ferreira debió escucharse en todos los alrededores de la meta, fue es desahogo no sólo por el gran esfuerzo realizado ayer, sino por este año largo de entrenamiento y recuperación tras zafar de una especie de pulmonía que lo alejó de los primeros puesto de vanguardia en su especialidad y que gracias al tesón puesto por él y su equipo últimamente está de regreso y esta vez lo coronó con su primera general en ruta, un premio enorme para un corredor que no es de éste palo, y además festejó por partida doble ya que llegó en la primera carrera del año, sencillamente espectacular.




