BUENOS AIRES.- La doctora Laura Bover actualmente es la directora del laboratorio de Anticuerpos Monoclonales del M.D. Anderson Cancer Center, el hospital número uno en el mundo para tratamiento del cáncer.
Antes de emigrar a Estados Unidos, en el 2002, se desempeñó como miembro del CONICET en el laboratorio de cancerología liderado por el doctor José Mordoh recibiendo el apoyo de Cáncer con Ciencia de la Fundación SALES. “Gracias a ello, fuimos pioneros en el desarrollo en el país de la Inmunoterapia en cáncer, tanto pasiva (por administración, por ejemplo, de anticuerpos) como activa (con vacunas terapéuticas antitumorales)”, recuerda Bover.
“Tuvimos el privilegio, gracias a la Fundación SALES, de recibir en nuestro laboratorio al doctor Cesar Milstein, Premio Nobel de Medicina 1984, justamente por el desarrollo de la tecnología de generación de anticuerpos monoclonales, que a partir de su descubrimiento se convirtieron en una herramienta de investigación básica, transnacional y clínica para diversas patologías. El doctor Milstein nos entrenó personalmente en su técnica, y realizamos un simposio especial para nuestro laboratorio”.
Actualmente, Bover lidera un grupo internacional de 60 científicos e investigadores, entre los cuales se encuentra Gabriel Rabinovich, también investigador de Cáncer con Ciencia de la Fundación SALES. Este trabajo se centra en la utilización del plasma de pacientes recuperados de COVID-19 como forma de tratamiento. “Esta modalidad terapéutica de utilización del plasma no es nueva, se ha usado en otras epidemias o pandemias como la de la gripe Española de 1918, en la producida por SARS-CoV-1 en el 2003, en MERS (Middle East Respiratory Syndrome) identificado en 2012; también se ha utilizado en ébola, y en la Argentina fue utilizada por el doctor Julio Maiztegui en la década del 70, cuando logró reducir del 30% al 1 % la mortalidad por la fiebre hemorrágica causada por el virus Junín”, señala Bover.
El protocolo para el uso del plasma fue aprobado por las autoridades sanitarias de la provincia de Buenos Aires y ya se aplicó en un paciente severo en el Hospital de Malvinas Argentinas. “El grupo CPC-19 (https://www.groupcpc-19.com/) se creó con el objetivo de concientizar a la población en general y a los profesionales de la salud, sobre la existencia de esta modalidad de tratamiento con amplia historia y eficacia comprobada en otras pandemias, aunque recién en este último mes comenzaron a aparecer los trabajos de respuestas positivas para COVID-19”, señala Bover.
Tanto Bover como Rabinovich forman parte de la larga lista de científicos que recibieron o reciben apoyo de Cáncer con Ciencia de la Fundación SALES. En sus más de 44 años de vida, SALES acompaña a científicos argentinos en investigaciones sobre el cáncer. La institución desarrolla activas campañas para obtener donaciones de particulares y empresas que le permiten financiar esta actividad científica, habiendo superado los 110.000 donantes históricos.